"Las finales se ganan". Así rezaba una pancarta de Grada Joven en la anterior jornada que la Unión Deportiva Almería jugó en su estadio. Quince días después, el discurso y el desenlace resultaban ser idénticos. En esta ocasión era el Eibar quien salía noqueado de su visita al Mediterráneo, después de que los locales se impusieran con suficiencia por dos goles a cero.

Era una tarde aciaga la que se presentaba en Almería, con fuertes rachas de viento que hacían presagiar que domar el balón no sería tarea fácil. Un planteamiento algo más conservador con respecto al partido que acabó con victoria por tres goles a cero ante el Granada salía Sergi Barjuan, dejando en el banquillo a Corona y a Wellington Silva, y optando por jugar con Thomas y Verza por delante de la defensa y con Hemed en punta.

Thievy golpea primero

Con todo presto y dispuesto para que Carlos Del Cerro Grande hiciera sonar su silbato, comenzaban las hostilidades entre dos equipos enzarzados en la pelea por salvar la categoría. Poco más de cinco minutos tardarían los locales en asestar el primer golpe al rival. Tras un saque de esquina botado de forma defectuosa por el equipo armero, le caía el balón a Espinosa, que montaba la contra abriendo a banda para Hemed. El israelí se la daba a Thievy para que el congoleño trazara la diagonal y batiera desde la frontal a Irureta con un disparo con la zurda. El Almería refrendaba de esta manera su superioridad en los primeros compases del choque.

El Eibar, con la necesidad de remar a contracorriente, trataba de desperezarse y quitarse de encima la losa que había supuesto el primer tanto para los de Sergi Barjuan. En estas, Arruabarrena recibía un balón en el balcón del área y con pierna izquierda buscaba batir a Rubén, que desviaba el cuero a córner con una gran estirada. Las tornas se igualaban con el paso de los minutos y los de Garitano visitaban con más asiduidad a la zaga contraria.

Durante los próximos minutos, el ritmo del partido decaería y los de Barjuan gozarían de un control estéril del balón que no ponía en aprietos la portería de Irureta. El conjunto vasco, bien pertrechado atrás, aguardaba sus opciones intentando salir a la contra o por medio de jugadas a balón parado. Nada más lejos de la realidad, el equipo blaugrana no hallaba la manera de igualar el luminoso y sería el segundo tanto el que estaría a punto de llegar por medio, de nuevo, de Thievy, que remataba en boca de gol un pase de la muerte de Zongo, el cual era desviado a córner por la zaga armera.

Con un saque de esquina en forma de réplica de los de Garitano, que llevaría el "uy" a las gradas, los primeros cuarenta y cinco minutos tocaban a su fin con un Almería dominador del marcador y del esférico, frente a un Eibar que no terminaba de encontrar su lugar y su papel sobre el césped del Mediterráneo.

Tras el descanso, no se hacía de rogar una nueva oportundidad para aumentar diferencias en el marcador para el cuadro local. Una internada por banda de Jonathan Zongo, que lograba llegar a línea de fondo, era culminada con un remate al larguero de Thievy. Con sendos inicios fulgurantes se presentaban los unionistas tras las salidas de vestuarios, que no levantaban el pie del acelerador y disponían de un nuevo disparo del delantero congoleño desde la frontal que acabaría manso en las manos de arquero visitante.

Con un Eibar prácticamente inoperante en ataque, tenían lugar los primeros cambios de Garitano. Abraham y Arruabarrena dejaban sus sitio a Lekic y a Piovaccaari, respectivamente. Tras las sustituciones, la ocasión más clara para el cuadro armero. Borja Fernández enganchaba una volea desde fuera del área, chut que se marchaba rozando el palo derecho de Rubén.

Verza sentenciaba

El Eibar mostraba atisbos de desperezarse y Sergi Barjuan tomaba la misma decisión que su homólogo, dando entrada a Wellington Silva en detrimento de Tomer Hemed. La incidencia del brasileño en el encuentro no tardaría en producirse. El futbolista cedido por el Arsenal recogía el cuero en la frontal del área, gambeteaba, se adentraba en la caja y caía derribado provocando la pena máxima, que a la postre se encargaría de transformar Verza, no sin suspense después de tocar su lanzamiento en Irureta. El Almería ponía tierra de por medio y ya divisaba la orilla en su travesía por el Mediterráneo.

El marcador reflejaba un dos a cero para los locales y al equipo rojiblanco se le presentaba la oportunidad de igualar el goal average particular entre ambos. Se sucedían llegadas constantes por parte de los andaluces que, si bien no terminaban de fructiferar, sí conseguían levantar a los aficionados de sus asientos.

El tiempo se agotaba y el Eibar agotaba sus bazas tirando de un fútbol más directo y buscando la corpulencia y altura de sus hombres de arriba. Los rojiblancos, por su parte, esperaban una jugada de contraataque que sentenciara el envite. No sería así y el dos a cero terminaría por convertirse en el marcador final que colocaba a los de Sergi fuera del descenso con dos puntos de ventaja sobre el Dépor y con los mismos que su contricante en la tarde de este domingo.

Con todo esto, y sin apenas tiempo para coger aire, llegará una nueva jornada de Liga. El Almería visitará el próximo miércoles el Santiago Bernabéu para medirse al Real Madrid, mientras que el Eibar recibirá en Ipurua al Sevilla.

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Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.