Hay sorpresa en Almería. Sin que nadie lo esperase y con la temporada comenzada, Miguel Ángel Corona abandona el club donde ha pasado los últimos casi diez años de su vida. Se marcha a Australia, donde finalizará su carrera como futbolista al llegarle sobre la mesa un contrato suculento por dos temporadas. El nuevo equipo del talaverano será el Brisbane Roar Football Club, que finalizó la pasada campaña en la sexta posición de la A-League australiana, en la que militan diez equipos. El próximo 8 de octubre arrancará una nueva temporada en la competición de las antípodas y el equipo entrenado por el exjugador de Osasuna John Aloisi parte con la intención de pelear por el título liguero, que sería el cuarto en sus vitrinas desde la fundación del club en 2005.

Miguel Ángel García Pérez-Roldán, como así es su nombre completo, vivirá con 34 años una nueva experiencia, la primera, fuera de España. Formado en la cantera del Real Madrid, donde llegó a jugar con el equipo blanco C y B, pasó a formar parte del Real Zaragoza en 2001. Fue propiedad del club maño a lo largo de siete años. Durante cuatro temporadas y media defendió la elástica maña, mientras que año y medio estuvo como cedido en el Poli Ejido, durante la campaña 2004-2005, y en el Albacete, en la segunda mitad de la 2005-2006.

La era del centrocampista en la UD Almería comenzó en el verano de 2006. Llegó al club rojiblanco en calidad de cedido por parte del Real Zaragoza por una temporada, sin embargo su éxito fue tal que lo que se iba a quedar en un año terminó resultando una década. Su gran protagonismo en el ejercicio 2006-2007, cuando se consiguió el primer ascenso del club a Primera División, junto con el fuerte cariño que recibió desde el principio por parte de la afición, derivó en una ficha obligada que marcó su porvenir.

Con la presente, son diez las temporadas que el nacido en Talavera de la Reina ha acumulado con el Almería. Seis de ellas fueron en la máxima categoría nacional y cuatro en Segunda División, habiendo por medio dos ascensos. Además de por su exquisita calidad con el balón en los pies y de heredar el brazalete de capitán tras la marcha de Ortiz Bernal, el Mago quedará en la memoria de los almerienses al ser, con 167 encuentros, el jugador que más partidos ha defendido la elástica rojiblanca en Primera.

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