Sábado 19 de Mayo de 2007, Estadio de los Juegos Mediterráneos. La UD Almería, tras fallar la primera pelota de partido en Lorca, juega por conseguir el ascenso con cuatro jornadas de antelación frente a la Ponferradina. El encuentro caminaba hacia su final, tras remontar el gol inicial del conjunto castellano-leonés, la UD Almería sufría para mantener el resultado que le daba la bienvenida a la Primera División 26 años después. Y llegó el minuto 92. Fernando Soriano, su inseparable compañero de habitación, filtraba un pase perfecto que plantaba a Corona solo delante del portero, pase a la red y gol. El momento más importante de la historia de la UD Almería, como si del mejor guión se tratara, llegaba de la mano de la que, diez años después, sería reconocida como la pareja que llevó al equipo rojiblanco a la élite.

Miguel Ángel Corona había llegado esa temporada a la UD Almería cedido por el Real Zaragoza. El que fuese nombrado mejor cadete de Europa cuando militaba en las categorías inferiores del Real Madrid, había alternado dos cesiones al Polideportivo Ejido y al Albacete con dos etapas en el equipo maño en las que no consiguió consolidarse. Pese al pésimo inicio liguero, la UD Almería cuajó una temporada inmaculada y consiguió el ascenso con relativa suficiencia. Los Bruno Saltor, Carlos García, Acasiete, Mané, José Ortiz, Crusat, Fernando Soriano y compañía, dirigidos por Unai Emery, se convirtieron en los héroes de la ciudad. Pero los aficionados tenían una preocupación, el futbolista que deslumbraba con su melena al viento y que ponía el balón donde quería estaba cedido y podría no vestir de rojiblanco en Primera División. Así que, una vez conseguido el ascenso, la parroquia almeriensista comenzó su particular petición a los dioses durante los dos partidos que a la UD Almería le quedaban en casa. En cada córner o falta que el jugador talaverano se disponía a lanzar, la afición coreaba su nombre.

Felizmente, la UD Almería y el Real Zaragoza llegaron a un acuerdo y Corona pudo seguir en el que, con el paso del tiempo, sería el equipo de su vida. Corona ha confirmado en Almería todo aquello que apuntaba en las categorías inferiores del Real Madrid, y no sólo eso, ha evolucionado de referencia en el terreno de juego a referente fuera del mismo.

Primera etapa: referencia en el campo

Durante la primera etapa en Primera, por el banquillo de la UD Almería pasaron Unai Emery, Gonzalo Arconada, Hugo Sánchez, Juanma Lillo, José Luis Oltra y Roberto Olabe. Para todos ellos, Corona fue importante, pero nunca tuvo el cartel de titular indiscutible. En casi todas las temporadas superó la treintena de partidos, pero en ninguna de ellas sumó más de veinte titularidades. Si el equipo necesitaba pausa y control, ahí estaba Corona; que el equipo necesitaba atacar con claridad al frente para abrir defensas cerradas, ahí estaba Corona.

La calidad que desprendía en cada acción, el seguir año tras año en la entidad dando la cara en los malos momentos y el involucrarse en los actos públicos del club hicieron que Corona se fuera ganando el respeto del vestuario y el corazón de los aficionados.

Segunda etapa: liderazgo y capitanía

Tras el descenso a Segunda División en 2011, el gran capitán José Ortiz abandonaba el club rojiblanco al año siguiente y dejaba desierto el puesto de capitán. Era el turno de Corona, el jugador talaverano cogía el relevo y, junto a Fernando Soriano y Esteban, se echó el equipo a la espalda.

En una Segunda División donde el ritmo es más lento, la calidad de Corona sobresalía. Fue un jugador imprescindible para Lucas Alcaraz, Esteban Vigo y, por supuesto, para Javi Gracia en el año de la vuelta a la Primera División.

La vuelta a la categoría de oro no fue fácil ni para la UD Almería ni para Corona, y es que durante gran parte de la temporada apenas contó para Francisco. Tras una primera vuelta en la que se quedó prácticamente inédito, empezó a gozar de minutos en la segunda parte del campeonato, pero no fue hasta las últimas diez jornadas cuando cogió la titularidad. Tras el cambio de sistema al 4-3-3, Corona fue pieza fundamental para conseguir la salvación de forma milagrosa en unas últimas cuatro jornadas de infarto.

No hubo milagro en el siguiente curso. La última temporada de Corona en la élite con la UD Almería acababa con el equipo de nuevo en la Segunda División, tras una campaña que maquilló Sergi, pero que en líneas generales fue muy irregular.

Fernando Soriano, algo más que un compañero

En una entrevista realizada por los compañeros de Huracán Rojiblanco, Fernando Soriano bromeaba con la situación con la que convivían: casi diez años compartiendo habitación en las concentraciones hizo que Fernando contase con la suerte (si quiere entenderlo así) de haber dormido más veces con Corona que su mujer. Juntos han formado una pareja perfecta, el temperamento de uno y la tranquilidad del otro, un equilibrio perfecto que ha permitido a la UD Almería alcanzar la élite del fútbol español.

Las diez temporadas de Miguel Ángel Corona en la UD Almería acaban con 312 partidos disputados, 168 en Primera División. Pero éstos son solo datos, números que únicamente aparecen en las estadísticas. El fútbol es historia y es sentimiento, y eso es lo que deja el Mago Corona en Almería. Corona, junto con Fernando Soriano (si es que es posible entender la historia de uno sin el otro), ha enseñado a la ciudad de Almería el camino hacia la élite. Si bajo el reinado de los Reyes Católicos (Isabel y Fernando), España descubrió las Américas, con Corona y Fernando, Almería descubrió la Primera División y viceversa. Para muestra, un botón: Elija a un amigo/conocido al que le guste el fútbol y que sepa poco o nada sobre la UD Almería. Pídale que cite un par de jugadores del conjunto rojiblanco. Dirá dos: Miguel Ángel Corona y Fernando Soriano.

Y es que Corona ha sido algo más que un jugador, ha sido la imagen del club. Siempre que el club necesitaba representación en algún acto, ya fuese institucional, humanitario o de colaboración con los equipos afiliados de la ciudad, allí estaba Corona. Miguel Ángel Corona es el Indalo que divide el escudo de la UD Almería.

Corona se va a vivir una oportunidad única que le ofrece el fútbol moderno, y lo hace después de dejarlo todo durante diez años en el equipo almeriense. En la actualidad, ¿cuántos jugadores han estado tantas temporadas en un mismo club? Ese es el valor de Corona, pese a que muchos compañeros abandonaron el club para dar un gran salto deportivo y económico, Corona lo hace cuando ya ha dado todo lo que tenía.

Miguel Ángel Corona se va, pero es para volver. El futuro le tiene guardado un papel importante en la UD Almería que está por venir. Cierren los ojos, ¿también lo ven sentado dando órdenes desde el banquillo junto a Fernando Soriano? Suerte, Corona, en Almería te esperan de vuelta.