La Unión Deportiva Almería toma aire en la Liga Adelante gracias a que se impuso al Real Zaragoza por dos goles a uno gracias a sendos tantos de Chuli. Pero, a pesar de las dianas del ariete, los andaluces no iban a llevarse los puntos sin sufrimiento, ya que un gol de Ángel a falta de cinco minutos del final iba a darle emoción a un choque que finalmente se tiñó de rojiblanco, permitiendo que los locales pusieran tierra de por medio con los dos últimos clasificados y se quedaran a tres puntos de la línea que marca el descenso.

Néstor Gorosito presentaba un equipo con novedades tanto en el esquema como en los nombres, dando entrada a Esteban Saveljich junto a Morcillo y Ximo Navarro en el centro de la zaga, conformando una defensa con tres hombres y dos carrileros. 

El trencilla decretaba el inicio de las hostilidades y poco iba a tardar en verse la primera llegada zaragocista por medio de un centro lateral desde la derecha que no acertaría a encontrar a Ángel en el primer palo y que sería finalmente atajado por Casto. Los locales iban a replicar la primera intentona blanquilla gracias a una jugada ensayada tras un saque de esquina que Quique González remataría blandito a las manos de Manu Herrera. Era la carta de presentación de ambos conjuntos, que no iban a escatimar esfuerzos en su búsqueda de los tres puntos.

El Almería iba a convertir la primera oportunidad zaragocista en un espejismo en el desierto, ya que el campo iba a inclinarse de forma paulatina hacia la meta defendida por Manu Herrera. Prueba de ello, fue la ristra de saques de esquina que acumularon los de Gorosito a su favor en apenas cinco minutos y que fueron botados con cierto peligro por José Ángel, titular en la matinal del domingo.

Sin embargo, el ritmo del choque iba a verse reducido en los próximos minutos aunque eran los andaluces los que iban a llevar el peso del mismo gozando de un mayor porcentaje de posesión. El Zaragoza, por su parte, esperaba aprovechar a la contra la velocidad de Pedro, Hinestroza o Ángel.

Avanzaba la primera mitad y el conjunto maño se iba diluyendo poco a poco en el partido ante un rival que hacía más acto de presencia en las inmediaciones del área maña aunque la precisión no acompañaba en los metros finales a los del Mediterráneo, que iban a ver cómo al filo del descanso iba a llegar la ocasión más clara para los de Lluis Carreras en las botas de un Pedro que recibía en el lateral derecho del área un pase de Dongou y, sin apenas oposición, iba a disparar raso para que Casto finalmente atajara el cuero. 

No había tiempo para más y Sagües Ocoz daba fin a las hostilidades de los primeros cuarenta y cinco minutos. Tiempo en el que sobre el verde del Estadio de los Juegos Mediterráneos pudo verse un partido muy físico, con mucho centrocampismo y en el que los de rojo y blanco llevaban la voz cantante y los foráneos se mostraban más incisivos cuando tenían el esférico en la línea de tres cuartos del terreno de juego. 

Chuli encuentra la inspiración

A la vuelta de vestuarios, misma tónica que en la primera parte; el Almería quería ser protagonista y, esta vez sí, iba a hilar fino en el último pase que, a la postre, iba a suponer el primer tanto del encuentro gracias a que un inspirado Quique González iba a meter un balón entre líneas hacia Chuli para que el onubense definiera batiendo a Herrera y llevando el júbilo a las gradas.

No se iban a contentar con eso los unionistas, que iban a aprovechar la inercia positiva del primer tanto y se iban a ir a por el segundo. Algo que conseguirían apenas siete minutos después con, nuevamente, Chuli como protagonista. En esta ocasión la jugada partía de la banda izquierda con un Dubarbier que ganaba línea de fondo y buscaba en el segundo palo al ariete andaluz, que recibía libre de marca y volvía a definir con suficiencia a puerta vacía.

La renta de dos goles dotaba de mayor tranquilidad a los rojiblancos, que iban a ver cómo el Zaragoza iba a dar el todo por el todo yéndose al ataque descaradamente e introduciendo jugadores de corte ofensivo como Diamanka o Sergio Gil. Fruto de ello, los de Aragón iban a dejar espacios en la retaguardia, que buscarían ser aprovechados por el rival al contrataque. Prueba de ello es que pudo llegar la sentencia de esta guisa en hasta tres ocasiones.

Gorosito también introdujo cambios en su esquema, dando entrada a Antonio Puertas y Lolo Reyes en detrimento de Uche y Fatau, este último lesionado. También se retiraría el goleador de la jornada, Chuli, que dejaba su puesto a José Ángel Pozo.

Tras la sucesión de sustituciones, el Zaragoza iba a ver premiada su insistencia por medio de un gol en el minuto 85 que iba poner más mordiente al partido e inquietar al graderío. Ángel era el encargado de recortar distancias en el luminoso rematando en el área pequeña un pase de la muerte que llegaba desde la izquierda.

El gol maño hacía que el envite ganara en emoción con un equipo, el visitante, que perseguía poner la igualada en los instantes finales y otro, el local, que había pasado a defender con uñas y dientes la victoria. No obstante, el ímpetu en las embestidas mañas era mayor que el rigor táctico, a pesar de que Casto estuvo salvador despejando a córner un tiro cruzado de Rico en el minuto 90.

Finalmente, los goles de Chuli se hicieron valer y los tres puntos se quedaron en el Mediterráneo para tranquiliad de la parroquia rojiblanca, que ve cómo los suyos asoman la cabeza desde los puestos de descenso. 

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