Carlos Cuéllar, defensa central de la Unión Deportiva Almería, cuenta desde este jueves con el alta médica que le permitirá poder entrenar con total normalidad junto a sus compañeros y estar a disposición de Néstor Gorosito para volver a entrar en liza en competición oficial cuando este lo estime oportuno. No obstante, el futbolista madrileño deberá continuar poniéndose a tono para equipararse en todos los aspectos al resto de la plantilla.

El recién estrenado 2016 no ha visto aún enfundarse la rojiblanca en Liga a un Cuéllar que se retiró del entrenamiento que tuvo lugar el pasado 31 de diciembre con una con una dolencia muscular que, tras las pertinentes pruebas médicas, desembocó en una rotura en el sóleo de la pierna derecha.

De hecho, fue en el último partido anterior a las vacaciones de Navidad cuando el exjugador del Aston Villa, entre otros, se vistió de corto por última vez. Fue en la derrota rojiblanca ante el Real Oviedo en el Carlos Tartiere por un gol a cero y que a la postre supondría el cese en su cargo de Joan Carrillo.

Ha sido algo más de un mes el tiempo que el "5" unionista se ha ejercitado al margen, realizando un tratamiento de fisioterapia, primero, y un trabajo específico en gimnasio y piscina, después, para acabar incoporándose a la rutina de campo paulatinamente.

De esta manera, y a falta de que Michel Macedo y Fran Vélez reciban el alta médica, la enfermería rojiblanca continúa despoblándose, teniendo en Julián Cuesta, con una lesión en los rotadores de la cadera izquierda, a su único convaleciente. Cabe recordar, que Iván Sánchez no ha entrenado este jueves debido a una gastroenteritis y su presencia en la convocatoria para el partido ante Osasuna dependerá de la evolución del jugador en las próximas horas.