La UD Almería visitaba El Sadar con la necesidad de empezar a puntuar de tres en tres. Esos tres puntos le servirían para dar un salto importante y poder divisar el horizonte de la salvación desde más cerca. Pero no pudo ser, UD Almería y CA Osasuna acabaron como empezaron un partido de los que, como se puede decir, gustan a los entrenadores pero aburren a los aficionados.

Si no fuera por la vieja costumbre del equipo rojiblanco a pegarse un tiro en el pie, el resultado de 0-0 era algo previsible. Un campo pequeño como El Sadar y ambos equipos con un sistema con cinco jugadores atrás, presagiaban el final. Pese a que ambos entrenadores plantaron la misma estructura en la parte de atrás, hubo diferencias en la disposición ofensiva. Mientras Gorosito volvió a repetir la fórmula del cemento en el medio con Fatau y José Ángel, con los tres delanteros como Pedro Sánchez en el PSOE, solos, haciendo la guerra por su cuenta; por su parte, Enrique Martín sí buscó mayor juego entre líneas con Roberto Torres y José García.

Al contrario que en los últimos partidos fuera de casa, el conjunto almeriense salió concentrado al partido. Durante gran parte de la primera mitad consiguió dominar el encuentro, aunque no consiguió ser  profundo. El plan de Gorosito estaba claro: ser contundente en defensa y hacer daño a la espalda de la defensa navarra, gracias a la velocidad de Jonathan y Chuli. La primera parte del plan la completó con éxito. El nuevo sistema defensivo, libera a los laterales de algunas tareas defensivas, lo que maquilla las lagunas de Dubarbier. A su vez, la velocidad de Ximo permite corregir los desajustes que se produzcan en el centro de la zaga. Saveljich y Morcillo volvieron a completar un buen partido en defensa. Donde vuelve a hacer aguas el plan de Gorosito es en ataque. En un doble pivote formado por José Ángel y Fatau, la calidad y la claridad en el pase brillan por su ausencia, por lo que el equipo rojiblanco solo intentó salir a base de balones largos hacia los delanteros. Pese a que Jonathan Zongo y Chuli crearon ciertas dudas en la defensa local con su movilidad continua, el abuso de los balones aéreos hizo que los centrales locales solventasen sus tareas sin muchos problemas. En el nuevo sistema que ha dispuesto Néstor Gorosito, los carrileros tienen un papel principal en ataque.  Michel Macedo, que volvía tras su larga lesión y que padeció la inactividad, y Dubarbier apenas pisaron el campo contrario con el balón controlado, restando, aún más, las posibilidades de peligro de la UD Almería.

Ambos equipos se repartieron una única ocasión para cada uno en los primeros 45 minutos. El primero en avisar fue Osasuna. Tras dos saques de esquina consecutivos, un disparo a bocajarro tras centro del almeriense Nino, era sacado por Casto. El portero extremeño ha heredado el traje salvador que dejó Esteban en los vestuarios del Juegos Mediterráneos, y en los últimos partidos ha completado grandes actuaciones que han sumado puntos. Tras el aviso de Osasuna, llegó el turno para la UD Almería. Un balón largo era bajado por Chuli y recogido por Michel Macedo, quien con un balón bombeado dejó a Quique solo ante Nauzet. La vaselina del delantero rojiblanco se marchó fuera y ahí acabaron las oportunidades de la UD Almería en todo el partido. Es difícil ganar un partido sin tirar a portería.

Si mala fue la primera parte, peor fue la segunda. La UD Almería no consiguió cruzar el medio campo con peligro y Osasuna no consiguió materializar en ocasiones su leve superioridad. La defensa rojiblanca aguantó sin problemas el empuje local y solo concedió una ocasión al equipo local. Roberto Torres remató en el segundo palo un centro desde la derecha que se marchó fuera por poco.

Pocas cosas sucedieron hasta el final del partido. Al margen de la lesión de Morcillo, que se marchó con una dolencia muscular, la segunda parte sirvió para certificar dos hechos en clave almeriense. Debutó Juan Ramírez sustituyendo a Jonathan Zongo, y mostró que es un jugador de calidad que puede ayudar con su facilidad de regate, pero que no va a solucionar los problemas de juego que sufre el equipo de Gorosito. Por otro lado, entró Uche y volvió a hacer gala de su pasividad ante la vida. De momento, el nigeriano ha aportado más en la dirección deportiva (en una tarde hizo con Azeez el trabajo que Alberto Benito no ha sido capaz de hacer en seis meses) que en el campo.

La UD Almería regresa de Pamplona con otro punto en la mochila. Si el punto es bueno o malo, lo terminará por definir el resultado de la próxima jornada frente al Lugo. Si el equipo rojiblanco consigue sumar tres puntos, será bueno. La llamada “media inglesa”, ganar en casa y puntuar fuera, es una gran fórmula para salir del pozo. Si los de Gorosito quieren instalarse en esa línea, ya pueden ir mejorando su capacidad ofensiva. Para ganar partidos, hay que tirar entre los tres palos.

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