Después de unos exhaustivos controles médicos y una serie de sesiones de reactivación física tras la vuelta de las vacaciones, la Unión Deportiva Almería ha completado en la mañana de este viernes una jornada de trabajo dotada de mayor intensidad y que ha contado, además, con todos los efectivos tanto de la primera plantilla como del filial, a excepción de Ramón Azeez, que, con permiso del club, llegó más tarde de su país y ha tenido que someterse a las pruebas médicas pertinentes. Se espera que el nigeriano se incorpore al trabajo en las próximas horas.

Así las cosas, los rojiblancos han llevado a cabo un entrenamiento que ha estado centrado, en mayor medida, en el aspecto físico. Prueba de ello es que el Estadio de los Juegos Mediterráneos se ha tornado en un improvisado gimnasio, en el que los jugadores han realizado ejercicios como sentadillas, flexiones o skipping que eran culminados con disparos a una portería de dimensiones reducidas. Antes de ello, el habitual calentamiento y unos rondos han dado el pistoletazo de salida.

Tras esto, el cuero ha cobrado protagonismo sobre el verde del feudo indálico. Y es que Fernando Soriano ha incidido en la circulación y en la posesión del mismo, introduciendo ya distintos aspectos tácticos a poner en liza durante la competición liguera. Además, el maño ha ofrecido una sesión de vídeo a los centrales una vez concluida la hora y media de trabajo sobre el césped. A todo ello se le dará continuidad en un nuevo entrenamiento vespertino este viernes, que alternará el trabajo en la parcela física, técnica y táctica.

Ya el sábado, a las 9:00 horas, el cuadro andaluz completará la última jornada de trabajo de la primera semana de pretemporada, para tener un día de receso el domingo y afrontar desde el lunes una carga de esfuerzo que irá creciendo de forma paulatina, en una semana que deparará el primer partido amistoso ante el filial de Fran Fernández.