Que nadie se engañe si Nabil El Zhar acaba convirtiéndose en uno de los hombres más importantes de esta UD Las Palmas. El marroquí llegó sin hacer demasiado ruido pero con ganas de comerse el mundo desde el primer momento, aunque Paco Herrera no confió del todo en sus posibilidades. Sin embargo, la llegada de Quique Setién ha reactivado, como a varios de sus compañeros, todo el fútbol que posee en sus botes, dejando unas grandes sensaciones en los tres últimos partidos, en los que, además, ha sido titular y parte importante de lo que está siendo esta UD Las Palmas.

Antes de la llegada del cántabro, al conjunto amarillo se le había reclamado un poco más de desborde y de velocidad; con Araujo algo fuera de forma faltaba chispa, y con un sistema de juego que dejaba toda la banda para los laterales, Nabil se vio abocado al banquillo. La conexión ofensiva entre Simón y El Zhar puede ser un arma muy importante en la pelea por la permanencia No obstante, sus minutos nunca fueron o despejaron incógnita alguna, ya que siempre entraba tarde y con los partidos bastante complicados, algo que evitó que tuviese una oportunidad de demostrar que merecía algo más de lo que le habían dado hasta el momento.

Con Quique, las alas volvieron a desplegarse. Quizás, ante el Villarreal no estuvo demasiado activo, como el resto de compañeros, pero en el Bernabéu y ante la Real Sociedad, El Zhar desplegó el desborde y la capacidad para generar peligro que atesora. Con esa constante actividad, ayudando también en defensa, el ex del Levante parece estar ganándose los minutos con mucho trabajo sobre el verde.

Asimismo, su compenetración con David Simón está siendo un aspecto muy importante y una variante ofensiva que ya está dando sus primeros frutos. El Zhar ha ido de menos a más Ahora, los defensas van a tener que dejar a uno de los dos medio suelto para frenar al otro, algo que puede convertir a la banda derecha amarilla en un buen foco para generar ofensivamente hablando.

Con trabajo y constancia, se ha ganado la titularidad, ahora sólo tiene que mantenerse para dejar de ser el chico de las buenas sensaciones para convertirse en una pieza clave. El tiempo lo pondrá en el lugar que le corresponde.