¿Y por qué no ellos?

En Primera División, categoría en la que milita actualmente el conjunto amarillo, no hay sorpresas. Barcelona y Real Madrid acapararon los focos, con cinco y tres galardones respectivamente. 

A esa gala asistieron, reprensentando a la entidad de Pio XII: Valerón, Ángel López y David García, a pesar de que el equipo contaba únicamente con su ex entrenador, Paco Herrera, entre los candidatos que optaban a premio en las diversas categorías. Aparte de él, Abelardo (Sporting) y Pablo Machín (Girona) eran los candidatos a ser coronados. Tanto el técnico del conjunto asturiano como Herrera habían logrado el objetivo propuesto desde principios de temporada: ni más ni menos que el ascenso. Sin embargo, fue Machín, que condujo al Girona en la mejor campaña de su historia, quien salió victorioso. Estuvo a dos pasos de llegar a la máxima categoría, pero primero un gol en el descuento y pocos días después una remontada épica del Zaragoza les privaba de algo con lo cual no soñaron desde la primer jornada, pero que fue convirtiéndose en sueño con el paso de los partidos.

Machín, entrenador del Girona, ganó el pulso pese a no haber logrado el ascenso

En la portería, los aspirantes eran el “Pichu” Cuellar (Sporting) Becerra (Girona) y Adán (Betis). Los tres habían cuajado portentosas actuaciones a lo largo del año, pero en este caso finalmente sí ganó uno de los ascendidos: Cuellar.

En cuanto al plano defensivo, eran tres los posibles ganadores: Cifuentes (Girona), Marc Valiente (Valladolid) y Bernardo (Sporting). Fue en esta disciplina donde se ha echado de menos la presencia de David Simón, quien sin duda realizó una temporada a la altura de muy pocos, terminando de explotar como jugador. Sus actuaciones como lateral en la banda derecha fueron (y siguen siendo) trascendentales para el cumplimiento de los objetivos. No le importaba acabar exhausto mientras lo diera todo en el campo, cual gladiador romano. El vencedor fue Bernardo.

En el mediocampo, Adama (Barcelona B) Asensio (Mallorca) y Óscar González (Valladolid) eran los que optaban al galardón. Finalmente se lo llevó el mediocampista del equipo pucelano. Aquí, asimismo, no hay rastro de Roque, jugador que llegó al punto de mayor esplendor durante la 2014-15 y tuvo gran participación en el juego de Paco Herrera. Su juego, su táctica pero sobre todo su técnica para llevar la manija en situaciones claves para la Unión Deportiva Las Palmas en la pugna por subir a Primera es digna de encomio. 

Como delanteros, Jorge Molina, Rubén Castro (ambos del Betis) y Borja Bastón (Zaragoza). Sorprende que Sergio Araujo no figure en la lista, es más, es el único equipo ascendido que no tiene representación en los premios. De todos modos, se lo adjudicó Rubén Castro, que incluso en la actualidad sigue ejerciendo de baluarte ofensivo en la producción bética. 

Sea como fuere, la UD Las Palmas no debe vivir de las rentas, sino centrarse en el presente, trabajar duro para lograr los objetivos de esta temporada y lanzarse a por la primera victoria fuera de casa, este fin de semana en El Molinón ante un Sporting de Gijón irregular, pero que llega tras hacer un buen papel ante el Celta. Alea iacta est ("La suerte está echada").