El jugador amarillo va a estar, presumiblemente, entre 3 y 4 semanas de baja debido a una microrrotura en el bíceps memoral, tras la resonancia magnética a que fue sometido en el día de ayer en el Hospital Perpetuo Socorro.

Wakaso está, durante estas últimas semanas, inmerso en una cadena de infortunios, ya que este nuevo imprevisto se suma a la idea persistente en su cabeza de abandonar el club si la situación sigue como hasta ahora. Ha jugado, pues, 356 minutos, distribuidos en siete partidos. Esta última jornada ante el equipo coruñés pudo disfrutar de los últimos 10 minutos, algo insuficiente a juicio de cualquier jugador. 

La situación puede ser susceptible de mejora si Quique Setién logra encontrarle un hueco en el esquema táctico en la medida en que vayan sucediéndose los partidos, teniendo en cuenta además que en poco tiempo le surgirá el eterno dilema de las rotaciones. Tampoco se conformará Wakaso con esa condición de “jugador de rotación”, pero podría comenzar, de un modo más continuado, a dar muestras de qué es aquello que puede ofrecer táctica y técnicamente al equipo. 

De momento, parece que Vicente Gómez, Roque e incluso Tana han ido adquiriendo mayor protagonismo y, sobre todo el primero, ha ocupado eficaz y eficientemente la posición que desempeña en el terreno de juego. Wakaso estará por tanto a la expectativa durante las próximas semanas, en función de cuánto tiempo esté finalmente de baja. A su vuelta, Setién tendrá que lidiar con el problema, puesto que se habrá acercado por entonces la fecha de inicio del mercado invernal, que se augura “entretenido” en la isla.