Sevillanos y grancanarios vuelven a cruzar sus caminos casi cinco meses después del duelo de la primera vuelta jugado en el Estadio de Gran Canaria. Aquel día, la escuadra insular consiguió el primer triunfo de la temporada 15/16, la de la vuelta a la máxima categoría tras más de 13 años sin saber lo que era disputar un partido en la misma. Los de Unai Emery no llegaban al archipiélago en su mejor momento tras un pésimo inicio de campaña, mientras que los isleños habían dado la cara en las cuatro primeras jornadas, aunque precisamente en la cuarta no se acabó con la mejor de las sensaciones posibles tras salir derrotados ante el Rayo Vallecano en Siete Palmas (0-1).
Un resultado, el del pasado 23 de septiembre del inolvidable año 2015, que supuso un golpe de moral para ambos conjuntos pero, eso sí, en distinto sentido para cada uno. A los pupilos dirigidos en aquel entonces por Paco Herrera les proporcionó una subida de autoestima y un refuerzo moral increíbles que les permitió darse un respiro, quitarse un peso de encima y auparse hasta un tranquilo duodécimo puesto. Por su parte, los nervionenses, que arribaron como colistas a Gran Canaria, se marcharon de la isla en idéntica posición y con la clara conciencia de que el siguiente encuentro como locales debía ser el comienzo de una óptima dinámica de resultados que les permitiera situarse en el lugar que, por presupuesto, nivel de plantilla y propósitos deportivos, se merecen.
Y así ha sido. De hecho, a partir de aquella cita liguera, el Sevilla empezaría una racha inmaculada de diez victorias seguidas como local que hasta hoy sigue intacta. Es tal la fiabilidad de los andaluces en casa que esos diez triunfos en el Sánchez-Pizjuán corresponden con los diez totales que han logrado hasta el momento, venciendo en ellos a el FC Barcelona (2-1), Real Madrid (3-2) o Valencia (1-0). Por lo tanto, tienen el dudoso honor de ser uno de los visitantes más nefastos de la categoría, estadística en la cual tan solo se encuentra un equipo por debajo con peores guarismos, siendo ese equipo, precisamente, la Unión Deportiva: los blanquirrojos han sumado siete puntos a domicilio gracias a un total de siete empates, mientras que los amarillos han conseguido empatar en tan solo tres ocasiones fuera de territorio insular. En definitiva, tan solo tres puntos, dato que hace ver que el hecho de sacar algo positivo de la capital de Andalucía será una empresa harto complicada.
Plantel de la UD Las Palmas en el curso 2001/02/Fotografía: Getty Images
No obstante, si se tienen en cuenta los precedentes de la UD en el estadio sevillista, los mismos reflejan que no es imposible vencer o puntuar en Nervión. El último enfrentamiento entre ambas escuadras en el estadio hispalense tuvo lugar un 14 de abril del año 2002, justo el último curso de los grancanarios en Primera antes del actual. Aquel día de primavera, Sevilla y Las Palmas llegaban a la trigésimo cuarta cita liguera en situaciones similares (decimosegundo y decimotercero clasificado, respectivamente) y acabarían empatando a uno en un encuentro altamente reñido. Con goles de Toedtli, por bando sevillano, y de Orlando Suárez tras un magistral lanzamiento de falta, por bando grancanario, llegarían al término de la temporada luchando por fines dispares, pues los blanquirrojos trataban de acceder a la extinta Copa de la UEFA, objetivo que finalmente no alcanzarían, mientras que la entidad de Pío XII, tras una segunda vuelta desastrosa con tan solo tres triunfos, terminaría descendiendo a la categoría de plata del balompié nacional.
La gran mayoría de los duelos entre Sevilla y UD han tenido lugar en la élite, con superioridad de los nervionenses en cuanto a victorias
Para encontrar la última victoria amarilla en Primera División en el Ramón Sánchez-Pizjuán habría que remontarse a la temporada 1979/80. En concreto, al dos de marzo del primer año de la década ochentera. Los dos llegaban a dicha cita en la parte media-alta de la tabla clasificatoria y con dos de las mejores plantillas de la Primera División española en aquel entonces. Un agónico tanto del centrocampista grancanario José Juan Santana Farías a los 86 minutos de juego, y saliendo desde el banquillo en el minuto 79, decidiría el encuentro. Se da la curiosa circunstancia de que Farías, canterano y jugador amarillo durante casi diez temporadas, disputó sus únicos minutos con Las Palmas en aquella campaña precisamente contra los sevillanos.
Lista de victorias de la UD Las Palmas en el Sánchez Pizjuán
Temporada | Resultado | Competición |
1958/59 | Sevilla 3-4 Las Palmas | Primera División |
1964/65 | Sevilla 1-2 Las Palmas | Primera División |
1965/66 | Sevilla 0-1 Las Palmas | Primera División |
1967/68 | Sevilla 0-1 Las Palmas | Primera División |
1971/72 | Sevilla 0-2 Las Palmas | Primera División |
1978/79 | Sevilla 0-1 Las Palmas | Primera División |
1979/80 | Sevilla 0-1 Las Palmas | Primera División |
1998/99 | Sevilla 1-3 Las Palmas | Segunda División |
No obstante, históricamente los sevillistas han sido claramente superiores cuando han recibido la visita de la escuadra isleña. Un total de diecisiete triunfos sobre los canarios entre Liga y Copa que respaldan el característico buen hacer de los de la España meridional como locales. Y muchos de ellos, con goleadas, tales como el 5-0 de la temporada 51/52 (primera campaña de Las Palmas en Primera en su historia), el 4-1 de la 57/58, el 3-0 de la 75/76 o el 4-0 de la 85/86 y de la 87/88. Eso sí, en lo referente a los resultados globales, esto es, los que se han dado tanto en Gran Canaria como en Sevilla, los 'pío-pío' superan ligeramente a los palangana: un total de 59 enfrentamientos, con veintisiete triunfos para la Las Palmas, nueve empates y veintitrés victorias para la entidad nervionense, todo esto según la plataforma digital de base de datos de fútbol BD.
La historia de los duelos en el feudo blanquirrojo y los guarismos de la actual temporada (las diez victoria seguidas mencionadas anteriormente) dan a entender que, tal y como afirmó Javi Varas el pasado miércoles 10 de febrero, ganar o puntuar en el Pizjuán será una tarea muy compleja: "Después del Camp Nou y el Santiago Bernabéu, es el campo más complicado", aseveró el guardameta andaluz. Sin embargo, si algo ha demostrado la UD en el actual curso es que es capaz de sacar cosas positivas de recintos especialmente difíciles, como ocurrió en el famoso encuentro e Balaídos al inicio de la Liga (3-3), en Mestalla en competición liguera y copera, con el mismo resultado en ambas (1-1), en el Nuevo San Mamés (2-2) y en el Estadio Municipal de Ipurúa en los octavos de final del torneo del KO (2-3). Con esa actitud, y no con la que se mostró durante gran parte de los 90 minutos en los encuentros ante Levante, Getafe o Rayo Vallecano en sus respectivos campos, que quizás no fue la más adecuada, los insulares pueden creer en rascar algo de esa ciudad que tan característico color especial tiene.