Las Palmas buscará romper su mala racha a domicilio en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Enfrente, el tercer mejor equipo como local de todo el Campeonato nacional de Liga en su edición 2015-2016. Así, pese a no haber obtenido ningún triunfo fuera de casa, y habiendo logrado un total de siete puntos merced a sendos empates, el Sevilla mantiene la pugna por competiciones europeas.

El Sevilla FC cuenta con un bagaje de diez victorias, ningún empate y dos derrotas en Liga. Tan solo han logrado asaltar el feudo sevillista el Celta y el Atlético de Madrid (1-2 y 0-3, respectivamente). Y es que en agosto el cuadro andaluz comenzó la competición de un modo irreconocible. Tres derrotas en las cinco primeras jornadas (de entre ellas, una en el Estadio de Gran Canaria) que no traían demasiado optimismo a los aficionados.  

La escalada comenzó entrado ya el mes de noviembre. Desde el día 25, para ser más exactos, cuando el Borussia Mönchengladbach se imponía por cuatro goles a dos. Desde entonces, los andaluces han sufrido una sola derrota en algo más de dos meses, sumando todas las competiciones.

26 goles a favor y 12 en contra para el Sevilla en el Pizjuán

El cuadro de Emery encadena doce victorias consecutivas en Nervión, contando todas las competiciones. La última, una goleada por cuatro tantos a cero ante el Celta del “Toto” Berizzo, en la ida de las semifinales de Copa del Rey. Por tanto, la escuadra hispalense ha cimentado un fortín en su estadio, cosechando triunfos, incluso, ante equipos como el FC Barcelona o el Real Madrid.

Todo ello le ha permitido situarse quinto en la tabla clasificatoria con 37 puntos, ocupando por lo tanto posiciones de acceso a Europa League. Ocho puntos más tiene el Villarreal, que marca los puestos de Liga de Campeones, principal objetivo del rival de Las Palmas este domingo. Eso sí, un inicio de temporada complicado como el del equipo de la capital andaluza ha mermado en una medida elevada las posibilidades de alcanzar la “Champions”. Sea como fuere, el Sevilla quiere proseguir con su escalada.

Por otra parte, el “factor cansancio” puede asolar a la plantilla sevillista. El pasado jueves tuvo lugar la vuelta de semifinales de Copa del Rey, en Vigo, en un partido pasado por agua. Emery decidió no fiarse del resultado de la ida, y puso sobre el terreno de juego a toda su artillería. Desde Kevin Gameiro hasta el grancanario Vitolo se sometieron a un gran derroche físico a tener en cuenta de cara al choque del domingo.

Además, el técnico guipuzcoano no ha dispuesto de los días que quisiera para preparar el duelo ante los canarios. Eso puede pasar factura a un cuadro local al que se le aviene un duro calendario en las próximas semanas, dado el regreso de las competiciones europeas.

Tras el fiasco en Liga de Campeones, donde el Sevilla quedó en un tercer puesto por detrás de Juventus y Manchester City, llega la Europa League. El próximo jueves, el Molde FK noruego visitará el Pizjuán para medir sus fuerzas con el actual campeón de la competición.

El torneo talismán para los sevillistas promete ser más laborioso que nunca, con la presencia de equipos como el Borussia Dortmund o el Manchester United. Pero para hacer frente a esa dificultad, el combinado de Nervión quiere seguir en la buena senda liguera.

Con el empate ante el Celta del pasado jueves, el conjunto anfitrión en el choque de este domingo frente a Las Palmas encadena once partidos sin conocer la derrota. En total, un bagaje de ocho victorias y tres empates, teniendo en cuenta Liga y Copa, con especiales problemas cuando es turno de salir de la provincia sevillana.

Los resultados en el feudo sevillano están siendo inapelables

Los guarismos del Sevilla en su estadio están siendo impecables desde comienzos de noviembre. El día 3 perdía su último encuentro en casa hasta el momento, y daba comienzo a una racha triunfal que perdura desde hace tres meses. El momento clave fue la victoria obtenida ante el Real Madrid, el 8 de noviembre, en una cita en la que el conjunto sevillista se mostró muy superior, pese al ajustado marcador de 3-2.

Sin embargo, si por algo se caracteriza el fútbol es por ser experto en regalar sonrisas en forma de sorpresas. Se enfrentan dos rachas opuestas. A priori, ni los más optimistas podrían pensar en la victoria. Pero el cansancio, el exceso de confianza y el ímpetu amarillo pueden jugar a favor del conjunto de Quique Setién.

Alicientes de sobra se presentan para vivir un encuentro histórico con sabor a Primera desde hacía más de una década. Un domingo de los de antes, junto al transistor, la pantalla o animando en la grada. Varias formas de vivirlo, pero dos sentimientos que reinarán en una fiesta para los futboleros. 

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