Con el Estadio de Gran Canaria engalanado y con un ambiente precioso, UD Las Palmas y Real Madrid iniciaban un choque con aire vintage, añejo por eso de que hacía más de trece años que los blancos no pisaban la isla. La afición estaba entregada y eso dejaba respirar una atmósfera de noche importante, de noche para el recuerdo más allá del plano meramente futbolístico. En ese sentido, los amarillos parecían salir con las ideas claras, queriendo tocar y salir desde atrás con el dominio de la posesión. Aun así, el conjunto de Zidane mantenía una presión bastante alta en la que casi metía a todos sus hombres en terreno de juego contario.

Las Palmas muestra personalidad

El Madrid quería llevar el peso, quería manejar los tiempos del partido y lo buscaba manteniendo el control de la pelota, aunque enfrente tenía a un equipo, el grancanario, que estaba siendo lo suficientemente valiente como para plantarle cara hasta el momento a su rival. Las Palmas mandaba sobre un Madrid algo apagado hasta el momento De hecho, la primera gran ocasión llegaría de las botas de Willian José, y es que el brasileño se quedó solo delante de Navas tras un fallo de Modric en la entrega y remató sin fortuna, disparando justo al donde estaba el costarricense. Mandaba Las Palmas a pesar de que Cristiano Ronaldo ya se había asomado por el área de Varas y el fútbol era amarillo.

Jugar contra el Real Madrid nunca es fácil sea cual sea su situación actual, pero Las Palmas salió con la mentalidad de que tenían que intentar imponerse de cualquier forma. Los de Setién estaban poniendo un fútbol bastante bonito sobre el verde, buscándole las cosquillas a la defensa blanca y aglomerando ocasiones sobre un Navas que estaba teniendo más trabajo del esperado. El Madrid mantenía la posesión a tramos, pero parecía que le estaba costando generar peligro, sobre todo, jugando en estático.

La retahíla de la pegada

Las Palmas estaba arropada y junta, como en partidos atrás, demostrando solidez y compromiso en favor del colectivo. Eso le complicaba la tarea a un Real Madrid al que no le estaban saliendo del todo las cosas. Sin embargo, la peligrosidad de los blancos es tal que en cualquier momento son capaces de matar a cualquier, y así lo hicieron.

Con un poco de espacio, Ronaldo rompió a la defensa y provocó un córner del que saldría el primer tanto. Ramos anotó un testarazo que evidenciaba la pegada blanca Isco mandó un balón precioso al corazón del área y Ramos se encargó de transformarlo sin que Varas pudiese intervenir demasiado; el sevillano lo celebró con rabia y adelantaba a los de Chamartín cuando Las Palmas parecía dominar la situación.

El tanto blanco fue como un jarro de agua fría, pero la UD se levantó con la intención de darle un poco más de ahínco a su juego. Tras sacar de centro, encerraron al Madrid en su campo, aunque la realidad es que no pudieron hacer demasiado, mientras el conjunto madridista seguía intimidando a Varas en busca de ampliar el marcador.

Digerir el tanto para intentar levantarse

Una vez digerido el gol, Las Palmas quería regresar a esa versión que tan buenos frutos le había dado durante algunos minutos en la noche de hoy. Aunque parecía una misión complicada, los amarillos levantaron cabeza para intentar hacer daño, para buscar su fútbol sin olvidarse de protegerse atrás, porque el Madrid continuaba siendo muy incisivo y no dejaba demasiados cabos sueltos. La realidad era que los blancos infundían miedo en cualquier acción, ya fuese a través de Modric, Isco o Bale.

Con el fin de la primera mitad llegando, Las Palmas apuró un poco sus opciones sin demasiado éxito, aunque por lo menos había dejado su impronta durante casi todo este primer acto. El Madrid parecía haber encontrado un camino para hacerle daño a su rival, aunque hasta el momento sólo había sido capaz de hacerle un gol a los amarillos.

El partido se calienta

Con la reanudación del choque tras el paso por los vestuarios, Las Palmas salió reforzada y con ganas de hacer daño. Los amarillos encadenaron algunas ocasiones y fueron capaces de encadenar algunas acciones con peligro. El partido continuaba con algo de tensión, el resultado no le era demasiado favorable al Madrid y la UD quería ir a por más. De esa manera, los blancos habían perdido continuidad con respecto al primer tiempo, ya que la presión de los amarillos estaba siendo bastante más efectiva, mientras que el envite madrileño era un poco más flojo de lo esperado, al menos hasta ahora.

Pasaban los minutos y el Real Madrid jugaba con sobriedad, sabiéndose superior aunque la pelota fuera de Las Palmas; no importaba demasiado que el control no fuese blanco porque lo interesante era estar con el marcador a favor. Las Palmas salió algo más enchufada del descanso En esos instantes, el encuentro se fue calentando y hubo algunos encontronazos, algunos reproches que lo que consiguieron fue que Fernández Borbalán sacara a pasear sus tarjetas, siendo una de ellas para un Pepe que perdió la pelota y que tuvo que derribar a Willian José cuando éste encaraba ya la portería.

Avisos para Keylor Navas

Las Palmas tomaba cuerpo, tenía más control sobre el juego se notaba. El fútbol parecía estar fluyendo otra vez en su favor y aparecieron las oportunidades; primero Nili desaprovechó un mano a mano con Navas al controlar mal y después, el propio Nili, estuvo lento a la hora de disparar a puerta y se encontró de nuevo con el de Costa Rica tras una gran jugada de Momo en la que le regaló un caño a Pepe. Todo volvía a ponerse emocionante y las cosas parecían irle mejor a una UD que le encontraba sentido a su idea.

No obstante, no había tiempo para regocijarse demasiado porque el Madrid tenía la pólvora suficiente como para rematar su partido y Bale, con un latigazo, estuvo a punto de hacerlo efectivo. Por ello, con Las Palmas atacando más, Setién quiso meter a El Zhar en la banda derecha con la intención de hacer pupa sobre Arbeloa, y desde la primera jugada provocó una sesión del madrileño sobre Navas bastante dudosa. Las Palmas intentó  ver portería blanca, pero el costarricense se hizo grande, achicó espacios y detuvo el lanzamiento de Momo.

El sentido a la efectividad

Decía Setién que el equipo estaba pasando por un tramo de efectividad desmedido en ambas áreas, aunque ante el Real Madrid estaba faltando esa pizca de eficacia que les diera la oportunidad de empatar el encuentro. Las Palmas estaba teniendo ocasiones, pero la chispa y el estar ahí en el momento oportuno no le permitía igualar fuerzas con los blancos. Nili y Willian José habían desperdiciado algunas ocasiones más que aceptables para batir a Navas, pero el guardameta había estado más listo y rápido que sus adversarios.

Araujo y el todo por el todo; Casemiro resuelve

Setién se jugó el todo por el todo y metió al “Chino” en el verde para tirar la casa por la ventana, respondiendo el argentino con un cabezazo que se marchó cerca del marco blanco a pesar de los pitos con los que había sido recibido. Las Palmas apuraba sus opciones y cercaba a los de Zidane en su propia área, aún había chance para creer en el seno de los amarillos.

En esa búsqueda del tanto, una falta mal sacada por Kovacic cayó a los pies de Momo, que no dudó en avanzar con la pelota para metérsela a un Willian José que le ganó la partida a Ramos y batió con una sutil vaselina a Navas para poner el empate, desatando un aluvión de sonrisas. Escondido en el segundo palo, Casemiro remató a una UD que lo tenía todo para puntuar El Gran Canaria estallaba y se volcaba con su equipo.

A pesar de todo, otro córner del Madrid lanzado al segundo palo sería rematado por Casemiro de forma bastante efectiva, picando la pelota en el césped y sorprendiendo a toda la zaga amarilla. En menos de dos minutos se había pasado de la alegría a la tristeza y la UD tenía por delante el descuento para intentar resolver la papeleta con lo que pudiese.

Un final de auténtica locura

Las Palmas apuró con lo que tenía pero eso no iba a ser suficiente, aunque se llevaría a Ramos por delante tras ser expulsado por doble amarilla. La UD intentó lo que pudo, pero no le salió la jugada como quería porque encontró el empate en un momento muy importante sin contar con un Casemiro que, desde la sombra, aparecería para darle los tres puntos a un Real Madrid que sufrió de lo lindo en el Estadio de Gran Canaria para ganar.

El fútbol a veces no es del todo justo, pero Las Palmas sigue demostrando que el optimismo por la permanencia sigue intacto y que no ha dicho su última palabra en la competición.