Antolín Alcaraz (30 de julio de 1982, San Roque González de Santa Cruz, Paraguay) fichaba por la Unión Deportiva Las Palmas en el pasado verano como uno de esos fichajes que la Dirección Deportiva del club anuncia cuando menos lo esperan los aficionados. Un domingo dos agosto de 2015, el defensor paraguayo se convertía en el que hasta la fecha era la sexta alta del equipo isleño tras haber firmado este a Pedro Bigas, Javi Varas, Willian José y haber adquirido en propiedad a Sergio Araujo y Jonathan Viera después de haber jugado ambos en la UD en calidad de préstamo durante el curso 2014/2015.

El espigado central sudamericano arribada el seno de la disciplina de Pío XII (firmando por un año de contrato con opción a otro) con la vitola de ser un futbolista con una experiencia más que constatada y confirmada desde que emigrara de su país allá por el año 2001, jugando en alguna de las grandes ligas del continente europeo. Su paso por naciones como Italia (Fiorentina), Portugal (Beira Mar), Bélgica (Brujas) y, especialmente, Inglaterra (Wigan Athletic y Everton) le convertían en uno de los hombres llamados a ser clave en el esquema de Paco Herrera, uno de esos fichajes necesarios en equipos que vuelven a la élite tras más de una década sin pisarla.

Alcaraz durante su etapa en el Brujas belga/Fuente: Getty Images
Alcaraz durante su etapa en el Brujas belga/Fuente: Getty Images

Un jugador que encajaba con las características que buscaba la entidad amarilla: un central con una buena salida de balón, expeditivo y con una extensa trayectoria (llegando a ser 24 veces internacional con la selección nacional, participando en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la Copa América de Argentina 2011, con un gol en cada una). Aparte de esos rasgos, Alcaraz llegaba también para fortalecer el juego aéreo de la Unión Deportiva (su 1.87 metros de altura lo justifican) tanto en defensa como en ataque, aportar su garra, y un alma de liderazgo que se antojaba vital en un plantel con tanto jugador novato en la Primera División española.

Las lesiones marcaron su decadencia y su adiós definitivo al fútbol inglés donde contribuyó, entre otras cosas, a la meritoria consecución de la FA Cup del Wigan en el año 2013

Sin embargo, el único pero que traía consigo el paraguayo era algo que venía arrastrando desde su etapa en la disciplina de The Latics: las lesiones. Un impedimento que tan solo he había permitido jugar, desde la temporada 2012/2013, un total de 35 partidos entre liga, copas nacionales y competiciones europeas (14 con el Wigan y 21 en el Everton), y el cual se conocía de antemano por parte del club y de la parroquia grancanaria. De hecho, él mismo lo explicaba durante la rueda de prensa de su presentación como jugador de la Unión Deportiva Las Palmas: “Es algo que cualquier jugador en algún momento de su carrera puede afrontar, es una circunstancia normal”.

Comenzaba la temporada 2015/2016 y el guaraní ya se había consolidado como uno de los pilares de la zaga insular. Junto con Pedro Bigas y Aythami Artiles conformaba una línea de tres centrales (más dos carrileros) que sería una de las señas de identidad del esquema establecido por Paco Herrera durante su corta estancia al mando de la UD en la máxima categoría. Titular indiscutible durante las 6 primeras jornadas de Liga completando los 90 minutos en todas y cada una de las citas, y tardando poco tiempo en dar a conocer sus principales virtudes (anteriormente comentadas), Antolín demostraba ser un seguro de vida en una parcela isleña, la defensiva, caracterizada en los tiempos más recientes por ser la más débil del equipo.

Antolín durante una rueda de prensa celebrada en el Estadio de Gran Canaria/Fuente: UD Las Palmas
Antolín durante una rueda de prensa celebrada en el Estadio de Gran Canaria/Fuente: UD Las Palmas

Junto a un astuto, y también experimentado, hombre de la casa como es Aythami Artiles y una auténtica sorpresa como era la de Pedro Bigas (una de las revelaciones de Las Palmas durante la campaña, sin duda), los amarillos tenían plantado un cerrojo justo delante de Javi Varas que tan solo se vio superado por un gol a balón parado de Antoine Griezmann en la jornada inaugural celebrada en El Calderón, un solitario tanto de Javi Guerra, ariete del Rayo Vallecano, en el Estadio de Gran Canaria, y tres tantos celestes en aquel milagroso y meritorio empate a tres goles en Balaídos ante el Celta de Vigo en el tercer partido, jugando con un futbolista menos durante más de 80 minutos.

El momento culmen de Alcaraz en la UD Las Palmas

Corría la jornada número 5 de Liga y los canarios aún no habían logrado tres puntos transformados en una victoria. Las derrotas ante Rayo y Atlético y empates ante Levante y Celta (dejando una buena imagen en la mayor parte de ellos) constituían el pobre bagaje del equipo antes de recibir la visita de uno de los grandes del fútbol español en la última década, un Sevilla reciente campeón de la Europa League y subcampeón de la Supercopa de Europa que tampoco terminada de dar con la tecla y que arribaba al archipiélago último en la tabla con tan solo 2 puntos (los mismos que los ‘pío-pío’) pero con una peor diferencia general de goles. 

Sería uno de los artíficies de la primera victoria amarilla en el regreso al Olimpo del balompié nacional tras más de 13 años de espera

Al término de los 90 minutos la Unión Deportiva acabaría venciendo por dos goles a cero, uno de ellos obra de un Alcaraz que, al igual que el resto de sus compañeros, se mostró imperial. Roque Mesa había adelantado a los suyos justo al cumplirse la primera media hora de juego merced a un gran disparo raso pegadito a la cepa del poste izquierdo del marco defendido por Sergio Rico. Ya en el segundo tiempo, cuando los pupilos de Paco Herrera veían cada vez más cerca el triunfo, sería el guaraní el protagonista directo del segundo tanto. Balón rechazado a la salida de un córner que cae a los pies de Sergio Araujo.

Alcaraz celebrando con Sergio Araujo su gol ante el Sevilla en septiembre del pasado año 2015
Alcaraz celebrando son Sergio Araujo su gol ante el Sevilla en septiembre del pasado año 2015

El delantero argentino, de forma astuta, espera, unos metros más atrás del borde del área, en zona de banda, la entrada de sus compañeros buscando el remate. Uno de ellos, Antolín, sería capaz de anticiparse a la oposición de los defensas hispalenses y rematar al fondo de las mallas el centro medido del de Neuquén con un perfecto cabezazo a bocajarro. Era el minuto 31 de la segunda parte y el segundo gol de los amarillos ponían fin a las esperanzas de los sevillistas de poner la igualada en el marcador. Se vencía a uno de los mejores clubes de la categoría, se conseguían los tres primeros puntos de la temporada deleitando al respetable de Siete Palmas y se conseguía respirar de forma aliviada tras cuatro sufridas jornadas. Y Alcaraz tenía parte de culpa con ello, no solo con el gol, sino con una gran actuación en defensa (al igual que sus compañeros) que hicieron inútiles los esfuerzos del Sevilla por irse de Gran Canaria con algo positivo.

Una inesperada lesión marcó el inicio de su fin en Las Palmas

Tras haber disputado su sexto encuentro como amarillo en el Camp Nou ante el FC Barcelona (2-1), una microrrotura en el gemelo de su pierna derecha sufrida durante un entrenamiento le obligaría al paraguayo a ausentarse durante un mes del ritmo de competición. La noticia se daba a conocer justo antes del partido que se celebraría en el recinto grancanario ante la SD Eibar (02/10/15). Paco Herrera, que ya tenía fijos en la alineación de cada partido a Artiles, Bigas y al jugador en cuestión, se vio obligado a cambiar su once ideal, no solo ante la baja del sudamericano sino también ante la de Hernán Santana, pilar en el centro del campo. Se estimaba que estaría fuera de los terrenos de juego durante cuatro semanas, pero esas cuatro semanas se convirtieron en cinco, en seis, en siete, en ocho… Así hasta llegar a mediados de diciembre, cuando el exjugador del Everton fue convocado como reserva ante el Betis en el duelo jugado en el Gran Canaria correspondiente a la jornada número 15.

Alacaraz estuvo inédito en la UD durante más de tres meses debido a la lesión que sufrió a principios de octubre

Se cumplían, por tanto, los malos presagios: Alcaraz volvía a ser atacado por su particular kryptonita, las lesiones, y con ella una ausencia que, con el tiempo, se iba prolongando y prolongando hasta el punto de no saberse cuando a iba a tocar su fin. Durante ese tiempo, y posteriores, apenas trascendieron noticias, informaciones sobre su estado de forma, lo que hacía aún más complicado saber cómo afrontaba la defensa amarilla los partidos de cada semana, pues a la de Alcaraz se unieron más tarde la de David García, Pedro Bigas, un Ángel López que recaería, por enésima vez, en el ya mencionado mes de diciembre…

Con Setién ya en el banquillo por este entonces (el cántabro llegó apenas dos semanas después de la lesión del veterano central), Antolín solo participaría en un partido más como jugador de Las Palmas. Sería ante el mismo equipo contra el que equipo isleño jugaría, por primera vez en el curso, sin el defensor paraguayo, el ya citado Eibar. Siete de enero de 2016, ida de los octavos de final de la Copa del Rey en Ipurúa. Entraría en el minuto 57 por un lesionado David García, disputando así los últimos 33 minutos de partido más el tiempo de descuento, aportando su granito de arena a la primera victoria de los grancanarios a domicilio de toda la campaña (2-3).

El defensor central guaraní celebra con Vicente Gómez y Aythami Artiles el primer triunfo amarillo como visitante de la temporada en Ipurúa. Sería su última participación como jugador de Las Palmas

No volvería a jugar ningún encuentro más a pesar de que Setién le mostraba confianza y estaba por la labor de darle la alternativa en la zaga. No obstante, su mal estado de forma físico le se lo imposibilitada y no formaría parte de ninguna de las convocatorias correspondientes al término de la primera vuelta. El 29 de enero del presente año se anunciaba la rescisión del contrato que le unía a la entidad canaria tras haberse comprobado y decidido que sus prestaciones no iban a poder cumplirse si seguía acusando esa falta de continuidad como consecuencia de su debilidad ante las lesiones. Justo un día antes, el jueves 28, se había hecho oficial su sustituto, un joven y prácticamente desconocido, en aquel momento, central uruguayo de 20 años por el que ha llegado a ofrecer una oferta en firme el FC Barcelona hasta hace poco. 

Se marchaba así un hombre sobre él que habían puestas un gran número de expectativas (que en parte sí se cumplieron) pero que no lograba desquitarse y deshacerse del que se puede considerar como su único defecto: las ya mencionadas e interminables lesiones. Antolín Alcaraz, una mezcla de acero, férreo hierro (representando su experiencia, su garra, su liderazgo, su lucha) pero también de cristal al que, utilizando el título de una famosa e histórica película de inicios de los años 60, las lesiones se llevaron.

Partidos Partido como titular Tarjetas amarillas Tarjetas rojas Goles Minutos acumulados
7 6 2 0 1 600