Quique Setién ha afrontado este martes su primer derbi canario como entrenador de Las Palmas. El técnico ha sido testigo de excepción de la trascendencia que adopta un encuentro entre Unión Deportiva y CD Tenerife. Un choque de altos vuelos que, pese a su caracter amistoso, terminó con el marcador de revoluciones en rojo

El entrenador santanderino valoró el partido positivamente en tanto que ha sido de utilidad para tomar la forma. Además, ha admitido falta de frescura y lucidez pese al dominio exhibido: "Estoy contento con la posesión que hemos tenido y con la respuesta de algunos jugadores. Hemos tenido el control del partido, pero nos ha faltado un poco de frescura para crear más daño". 

El derbi se dividió en dos fases que coinciden con cada periodo de cuarenta y cinco minutos. Setién optó por efectuar numerosas variaciones al descanso y cambió el rumbo del choque: "El partido estaba más difícil en la primera parte, no hemos tenido los espacios que tuvimos en la segunda. El Tenerife se ha organizado muy bien cerca del área y ha aprovechado las contras". 

Intensidad o agresividad, a debate

El partido estuvo marcado por la dureza que la Unión Deportiva recriminó al conjunto blanquiazul. El colegiado del encuentro intervino en varias ocasiones para amonestar a determinados futbolistas visitantes, cuyas acciones no pasaron desapercibidas para Setién: "No entiendo algunas acciones de jugadores en un partido amistoso donde realmente no te estás jugando nada".

"Creo que en el fútbol hay límites y hubo acciones que no han sido normales. Estoy pensando en llevar al filial a Tenerife. No hay que darle más vueltas, el partido ha terminado y no quiero desviar la atención sobre las cosas que sí son más importantes", ponderó tras la finalización de un derbi que volvió a evidenciar la histórica rivalidad entre clubes.