El primer triunfo de la temporada ha caído en Gran Canaria como una lluvia revitalizante. El asalto a Mestalla supone la primera victoria a domicilio del curso, un hecho prematuro si se compara con el pasado curso liguero. Las Palmas tardó 25 jornadas en cosechar los primeros tres puntos lejos de Siete Palmas, algo que penalizó al cuadro amarillo pero que finalmente no resultó definitivo. 

La Unión Deportiva hizo campo santo de Ipurúa. El 26 de febrero de 2016, el conjunto de Setién viajó a Guipúzcoa sin conocer lo que era ganar a domicilio en competición liguera; sí sabía en Copa, donde precisamente logró expugnar el estadio del Éibar para posteriormente eliminar al equipo de Mendilibar. Aun así, La Liga seguía manteniendo un maleficio que torpedeó las opciones amarillas de auparse en puestos más altos de la tabla clasificatoria.

Hubo que esperar hasta febrero para ver la primera victoria a domicilio de color amarillo

Bajo la incesante lluvia guipuzcoana, ambos conjuntos saltaron al campo para disputar la jornada 26 del campeonato nacional de Liga. Los primeros tramos del choque fueron comandados por los visitantes, que hacían gala de su juego combinativo. Wakaso y Willian José encabezaron las acometidas de los suyos, incandescentes durante toda la primera mitad. Y tanto fue el cántaro a la fuente hasta que se rompió.

Un testarazo impecable de Pedro Bigas en los instantes previos al descanso abrió el marcador. Gol psicológico que no hizo desistir a un combativo Éibar. Los locales salieron a por todas en la segunda mitad y encerraron a un equipo acostumbrado a llevar la manija. El asedio no obtuvo frutos y el electrónico no se movió bajo el diluvio universal.  

Esta temporada, la primera victoria lejos de casa ha llegado seis meses antes. Mestalla quedó expugnado en una noche en que la magia con el balón se convirtió en eficacia, y la lucidez en los pases se tornó en solvencia defensiva. Los amarillos, aunque carentes de ritmo en la zaga durante la primera parte, enarbolaron un entramado imposible de traspasar por el Valencia en la segunda mitad. Los tres primeros puntos no aseguran nada, pero auguran un futuro prometedor.