Nabil El Zhar ha ‘prescindido’ de hasta 1703 minutos para poseer, en su particular casillero de goles, el mismo número de dianas que anotó en su primera temporada como jugador de La Unión Deportiva. 32 partidos entre competición liguera y Torneo del KO, 1873 minutos y dos goles (además de cinco asistencias) fueron sus números en su primer curso como amarillo. Y en el inicio de la actual, con tan solo 170 minutos disputados en las dos primeras jornadas, ya puede afirmar que finalizará la campaña en la que su vinculación con el club grancanario llega a su fin (a expensas de una posible renovación) con, al menos, los mismos registros goleadores que en el año de su llegada a la isla.

Desde los instantes iniciales del encuentro en el Estadio de Gran Canaria ante el Granada, se le vio participativo al franco-marroquí, queriendo ser protagonista en el desarrollo del juego de los isleños aunque no con mucha lucidez y acierto, pues varios fueron los balones que perdió en su costado a la hora de dar continuidad a la posesión y a las jugadas de ataque del equipo.

No obstante, esa actitud transmitía optimismo y aceptación a los aficionados presentes en el recinto insular, ya que precisamente era ese aspecto el que se le achacó la pasada campaña en varias ocasiones, el hecho de ser un jugador que en un mismo partido puede aparecer en un momento dado y dejar varios destellos de su reconocida calidad y pasar desapercibido el resto de los minutos. Un futbolista algo irregular, intermitente.

El Zhar celebró con rabia el primer de sus dos goles en la tarde de ayer
El Zhar celebró con rabia el primero de sus dos goles en la tarde de ayer

Sin embargo, ayer El Zhar no estaba por la labor de desempeñar ese papel. Quería reivindicarse y demostrar que su función y protagonismo en el equipo van a ser mayores y más importantes, y así despejar las dudas que, casi desde sus primeras titularidades con Las Palmas, se habían depositado sobre su persona. Y así fue. Corría el minuto 23 de encuentro y el internacional con la Selección de Marruecos ya había asestado el primer zarpazo de la tarde al equipo entrenado por Paco Jémez.

El más listo de la clase. Se anticipa a Uche Agbo y Luis Martins para hacerse con el esférico tras un rechace casi en la línea del borde del área y, de disparo cruzado, raso y pegado al poste derecho de Ochoa, lejos del alcance del mexicano, ponía el 1-0 en el electrónico. Un gol celebrado con rabia, prueba del ansia y las ganas que tenía por dejar claro que "Aquí estoy yo". Un gol que le vino bien tanto al equipo, para obtener ventaja frente a un rival directo lo más pronto posible, como a él para coger confianza, desahogarse y fusionarse en un grito y en ese zarandeo de camiseta con la alegría de la parroquia grancanaria.

Probablemente, el del pasado día 28 fue el mejor encuentro de El Zhar desde que viste la camiseta de la UD y uno de los mejores desde que juega en España

Pero el exfutbolista del Levante no se conformaba con eso. No consideraba suficiente ese gol para hacer desaparecer, al menos por un día, la incertidumbre que muchas veces se ha depositado sobre su aportación y contribución al conjunto insular.

Con 2-1 en el marcador y faltando unos veinte minutos para el final del duelo, Nabil intercepta un magnífico pase al espacio de Jonathan Viera, encara a Guillermo y, de vaselina sutil, sentenciaba la contienda y desataba lo que sería un auténtico vendaval y festín de goles de Las Palmas en los minutos finales.

Y por si fuera poco, apenas 240 segundos después (del 69 al 73), fue el protagonista principal del 4-1 tras una jugada marca de la casa por su costado: esférico pegado a la bota derecha, cabeza agachada, velocidad y desborde, apurando hasta la línea de fondo, cuerpeando con Uche Agbo y poniendo en bandeja a Momo el cuarto.  Sería sustituido en el minuto 80 por Tyronne con la respectiva ovación que una actuación como la de ayer merecía.

Nabil y Momo celebran el cuarto tanto, del cual fueron protagonistas ambos
Nabil y Momo celebran el cuarto tanto, del cual fueron protagonistas ambos

Quizás Setién realizó este cambio con ese objetivo pues, no solo a El Zhar, sino a todo jugador que realiza un partido como este con el fin de volver a adquirir una confianza tal vez perdida por momentos, le reconforta y fortalece ver como su afición le agradece su esfuerzo y aportación con una sonora aclamación. Quizás fue por esa razón y no con la idea en mente de darle descanso o de dosificarlo, pues ayer Nabil tenía cuerda y aguante para rato. Ayer fue su primer día de gloria como jugador de la UD Las Palmas (quién sabe si puede tener más de uno durante el transcurso de la temporada).

Sporting y Espanyol, víctimas de sus dos goles el pasado curso

Como se exponía al comienzo del escrito, el futbolista nacido en la localidad gala de Alès igualó con este doblete sus registros goleadores de la pasada temporada. Uno en cada vuelta, consiguiendo el primero de ellos en El Molinón ante el Sporting en la jornada número 14, aprovechando y desviando con la punta de su bota derecha hacia el marco rojiblanco un magnífico centro de Javi Garrido. No obstante, no fue suficiente esa diana para al menos rascar un punto ante un rival directo como eran (y siguen siendo) los sportinguistas.

Los amarillos acabarían cayendo por tres goles a uno en un día en el que los errores defensivos y una expulsión a Aythami Artiles a mediados del segundo tiempo condicionaron con creces el devenir del duelo.  Su segunda diana como jugador del representativo llegaría 21 jornadas después ante el Espanyol, en lo que fue uno de los mejores partidos de Las Palmas con Quique Setién en el banquillo en el curso del regreso a Primera División. En esta ocasión su gol si contribuyó a lograr el triunfo con un gol que, precisamente, recuerda bastante al segundo de los dos que anotó ante el Granada.

Javi Garrido, Araujo y Nabil El Zhar festejan el que fue el primer tanto del franco-marroquí como jugador de La Unión Deportiva, ante el Sporting y en El Molinón
Javi Garrido, Araujo y Nabil El Zhar festejan el que fue el primer tanto del franco-marroquí como jugador de La Unión Deportiva en diciembre del pasado año 2015, ante el Sporting y en El Molinón

En zona de tres cuartos de cancha Jonathan Viera le asiste con un pase al hueco y Nabil conseguía el momentáneo 1-0 justo antes del descanso, aunque no con la misma ejecución que en la goleada contra el equipo de La Alhambra. El que pasara por las categorías inferiores del Liverpool amagaría con central al borde del área chica y sorprendería a Arlauskis con un disparo cruzado a media altura al palo largo. El primero de cuatro goles con los que los isleños sellarían la presencia, un curso más, en la máxima categoría.

Mención especial merece también el hecho de que en estas dos primeras jornadas también se ha acercado bastante a sus números asistentes de la campaña anterior, que fueron un total de cinco entre Liga y Copa del Rey: dos en dos partidos, pues en Mestalla también asistió a Kevin Prince-Boateng para conseguir el tercero de la noche y aportar su particular granito de arena para el 2-4 final.