Horario matinal en el Campo municipal de Beniferri donde los grandes protagonistas del choque fueron la lluvia y el frío en el último partido de la temporada en el feudo valencianista. El Valencia necesitaba desahogarse y demostrarse que, sencillamente compitiendo puede ser un equipo superior a sus rivales. Ante el Espanyol, que se encuentra muy por delante de las blanquinegras en la clasificación, el conjunto valencianista ha superado al Espanyol con solvencia.

Las pupilas de Cristian Toro no querían despedirse de su afición con una derrota y eso se ha notado en la mentalidad del equipo. La diferencia entre el equipo que cayó derrotado en las últimas semanas al de hoy ha sido considerable. El equipo ché se ha mostrado activo, con ideas claras, tomando la iniciativa en el manejo del balón y sin conformarse de cara a portería. Las tornas han cambiado en esta última jornada, pues el juego que venía ofreciendo el Valencia se caracterizaba por la falta de intensidad, vistosidad y escasez de ocasiones.

Anita Amo guía al Valencia hacia el triunfo

Tan solo 22 minutos le hizo falta al Valencia para abrir la lata y encarrilar la victoria en el último partido de la temporada en Beniferri. Anita Amo fue la encargada de anotar el primer y único tanto del encuentro. Un gol de delantero centro nato. La canterana se adelantó a la zaga periquita para llegar al lugar justo y en el momento indicado para empalar un balón muerto y batir a placer a la cancerbera espanyolista tras el centro de María Martí “Trueno”.

No obstante, la aportación de Anita Amo no quedó ahí, sino que la extremo derecha del Valencia se mostró muy partícipe tanto en las jugadas de ataque como en las de ayuda defensiva. El equipo estaba dispuesto a dar la sorpresa como ya había hecho contra uno de los grandes, el Rayo Vallecano y hoy lo demostraron. Con el paso de los minutos, la afición ché veía como su equipo era dueño y señor del balón y no sólo no se conformaba con ir por delante en el marcador sino que cada vez más se mostraban más agresivo en ataque.

El Espanyol no se encontraba en el terreno de juego. El equipo catalán se quedó helado tras el tanto del Valencia en el ecuador de la primera mitad y a pesar de las intentonas, el conjunto periquito estaba desaparecido del partido. Las catalanas habían conseguido un resultado positivo en la ida y confiaban en poder hacerlo de nuevo a domicilio. Sin embargo, se toparon con un Valencia que quiso resarcirse y demostrar que es un equipo que merece la permanencia en la Primera división femenina.

Así se llegaba al término de los primero 45 minutos. Una primera parte en la que el Valencia se mostró superior y pasó por encima de un Espanyol falto de idea en ataque.

Tras unos minutos de incertidumbre se dio inició a los últimos 45 minutos del encuentro, pero ésta vez comenzaría sin el árbitro principal del partido tras una lesión y proseguiría sólo con un asistente de banda.

Reacción tímida del Espanyol

La segunda mitad se reanudó con la misma tónica, la posesión del esférico era del Valencia y las ocasiones también. Sin embargo, las pupilas de Luis Carrión reaccionaron. El equipo periquito se vino arriba por necesidad y comenzó a encontrarse y a manejar más el control del balón y ahí llegaron las ocasiones. Sin embargo hoy no era el día de las catalanas, los pases eran imprecisos y los disparos de marchaban muy desviados de la portería de Gema Rueda.

Así finalizó el encuentro. El Valencia fue otro diferente y la afición se marchó de Beniferri con la ilusión de saber que este equipo puede vencer a cualquier rival y solo es cuestión de competir realmente. El equipo recupera la autoestima y puede que esta victoria marque un punto de inflexión para la temporada que viene, pero eso solo el tiempo lo dirá.

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Sobre el autor
Carla  Martínez
2º de Periodismo en la Universidad Jaume I de Castellón. Aficionada al fútbol femenino y ex jugadora.