Partido más disputado de lo que a priori podía presuponerse en la víspera y los momentos previos al inicio del partido. Un duelo siempre caliente y con polémica que terminaría con una victoria ajustada del Real Madrid gracias al gol de Jesé en los últimos diez minutos tras un gran planteamiento del novel técnico valencianista, Nico Estévez. Partido muy igualado donde el balón parado tuvo su peso y con mil intrahistorias que la cámara de VAVEL encontró y que te vamos a enseñar en esta fotogalería.

Pese a que muchos aún le guardan rencores a Isco por su marcha del Valencia al Málaga hace unas temporadas, hay gente en la capital del Túria que todavía le tiene presente. Desde la afición, hasta sus excompañeros de cantera ché.

Viejos conocidos y novedades en los banquillos. Tanto Ancellotti como Nico Estévez se estrenaban en un Valencia - Real Madrid como técnicos de sus respectivos equipos. Dos entrenadores que transmiten tranquilidad y que así se veía en los minutos previos al inicio del choque.

Precisamente el entrenador valenciano salió bien parado del que se presupone será el último partido como técnico del primer equipo. Planteó un partido práctico en el que Oriol Romeu fue pieza clave. Durante el partido así se vislumbró sobre el césped.

Un Oriol Romeu con mucho trabajo tanto en el apartado defensivo como en el ofensivo. Ambas facetas las cubrió de forma notable cortando las acometidas del rival y dando equilibrio a un mediocampo que durante la temporada ha sufrido bastante.

Pero enfrente tenía dos masterclass. Xabi Alonso y Modric fueron los mejores de su equipo y en todo momento demostraron sus capacidades de liderazgo, así como la calidad que atesoran tolosarra y croata.

A los blancos se les vio atascados, a veces sin ideas, y totalmente maniatados por un entramado defensivo del Valencia sin espacios entre líneas para que jugadores como Isco, Di María o Benzema pudiesen aparecer. Las ayudas eran continuas y aparecer en el área sin marca prácticamente una utopía.

A pesar de ello, las gotas de calidad madridistas aparecían. El público, no tan hostil como otras veces admiraba dichas acciones. Pero no solo el público, a veces hasta los propios rivales a centímetros de quien sacaba un repertorio de calidad excepcional quedaba boquiabierto sin nada que hacer por las muestras de técnica sobresaliente. Un mago llamado Francisco, natural de Benalmádena y con pasado valenciano, que actualmente deslumbra por los campos de Europa con la zamarra del club más laureado de España.

Calidad que fue definitoria para desequilibrar la balanza inicialmente. Apareció Di María para realizar una acción individual magnífica con una definición excelsa y adelantar a su equipo.

Parecía que todo se encarrilaba, pero cuando nadie lo esperaba una bala llamada Bernat penetró por el costado diestro blanco y puso el balón en el corazón del área para que Piatti embocara a gol ante la desesperación madridista.

Alegría que duró poco para los blanquinegros. Minutos después de la igualada, Cristiano Ronaldo de cabeza anotó el tanto que adelantaba a los de Ancellotti antes de llegar al descanso. Varios jugadores merengues entraron desde atrás para presenciar de cerca el remate del luso, ante el que nada pudo hacer Guaita.

Entre tanto, Marcelo y Pereira tuvieron sus encuentros durante el partido. Siempre deportivos, pero en alguna ocasión con tensiones plausibles. Una batalla lusófona resuelta sin mayores consecuencias.

En la reanudación se avivó la tensión y la agresividad en las acciones fue mayor por ambos bandos. Hasta el punto que jugadores como Arbeloa pedía calma tras las acciones.

En un choque fortuito Xabi Alonso sufrió una perforación en el tímpano. El donostiarra continuó en el terreno de juego, pero al término del duelo tuvo que ser trasladado a un hospital valenciano.

Y el partido se volvió a igualar. El Valencia a balón parado gracias a un testarazo perfecto de Mathieu empató el partido y demostró que las consignas de Estévez basadas en la unión del equipo se consagraron.

De hecho, el miedo en el cuerpo de los blancos se acrecentaba. En gran medida gracias a la inclusión de Canales en el terreno de juego. El cántabro dio un punto más de clarividencia ofensiva a su equipo y las transiciones ofensivas ganaban en calidad.

Hasta el punto de que Diego López tuvo que intervenir de forma vital para su equipo con paradas decisivas a la par que poco nombrosas. Enfrente, Guaita tuvo algo más de trabajo pero sin alcanzar los niveles que podían presuponerse en la previa del choque. No erró, hasta el gol de Jesé.

Un gol canario que llegaba en los minutos finales y que por la celebración del equipo demostró la importancia que tenía el mismo para la lucha por la Liga ante el ritmo implacable de Barcelona y Atlético.

Un partido que poca más historia tuvo tras el tanto del equipo capitalino y que, pese a la disparidad de puntos de cada uno, parece que percutió de manera benevolente a ambos.

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