El año 2013 ha sido un año complicado para el Valencia CF. Un año natural con cambios en la presidencia, salidas de jugadores, relevos en la secretaría técnica, Fundación y como no, en el banquillo valencianista. Ernesto Valverde y Miroslav Djukic fueron los principales inquilinos del banquillo ché, a los cuales se unió el técnico del filial, Nico Estévez por unos cuantos partidos tras la destitución del preparador serbio. Y por si fuera poco, el conjunto de Mestalla cierra el año con el entrenador para lo que resta de temporada aún por definir.

Ernesto Valverde

El técnico extremeño fue sin lugar a dudas la gran revelación de la campaña 2012-2013. Tomó las riendas del Valencia hace precisamente poco más de un año. Tras la destitución de Mauricio Pellegrino por los pobres resultados cosechados hasta la fecha, Valverde se hizo cargo de un equipo sin identidad, hundido en la zona media-baja de la tabla, con los puestos Champions alejados y con un duro enfrentamiento copero frente a Osasuna a la vista. Con una afición tremendamente irascible, unos problemas sociales que solapaban cualquier asunto deportivo y una inestabilidad en líneas generales que no ayudaba lo más mínimo a la integración de un nuevo míster. Sin embargo, Ernesto Valverde se centró en lo estrictamente deportivo, sabiendo además aislar a la plantilla de cualquier asunto que no fuese de tal carácter.

Debutó al frente del vestuario ché en un Osasuna-Valencia de liga donde los visitantes se llevaron la victoria por 0-1. Tan sólo cinco días llevaba el nuevo técnico al frente del conjunto blanquinegro y la imagen ofrecida ya era completamente distinta. Varios días después y frente al mismo rival y en el mismo estadio, el Valencia volvió a imponerse por 0-2 aunque esta vez en el torneo del KO. Poco a poco, el ex de Olympiacos iba imponiendo su sello. El equipo de Mestalla daba una imagen de un equipo sólido, bien organizado atrás y con un peligro letal arriba. La sorprendentemente increíble de Jeremy Mathieu al centro de la zaga, la enésima juventud de David Albelda y el estado de gracia de Roberto Soldado fueron los principales valedores para Valverde y para el Valencia que comenzó su remontada meteórica hacia los puestos europeos.

La escuadra de Mestalla pronto empezó a caracterizarse por un buen trato del balón y un dominio absoluto de la posesión. Un centro del campo aguerrido con Albelda y Parejo unido a un Banega inconmensurable en la media punta provocó que el conjunto de Valverde impusiera su juego en cada partido y llevara a su rival a donde a replegarse atrás. El Valencia alcanzó los puestos europeos al cabo de pocas jornadas, algo que parecía impensable cuando el extremeño cogió las riendas del equipo. Los de la capital del Turia llegaron incluso a entrar en la lucha por los puesto Champions, quedándose en un mano a mano con la Real Sociedad, tras haber dejado atrás a equipos como Málaga, Sevilla o Athletic. Donostiarras y valencianos vivieron un duelo intenso durante varias jornadas pero todo se decidió en la última donde los de Valverde llegaban como cuartos con dos puntos de ventaja sobre los de Montanier. Una polémica actuación arbitral unida a la victoria ‘txurri-urdin’ en Riazor hacía que fuera la Real la que ocupase finalmente ese puesto que da acceso a la previa de la Liga de Campeones, relegando así al Valencia a la Europa League. Además, el la previa del partido frente al Sevilla, Valverde había anunciado que no seguiría al frente del conjunto ché la próxima campaña. La capital andaluza era así testigo del fin de una relación que tan buenos resultados había producido a pesar del amargo sabor final que esta había dejado.

En Champions League, Valverde dirigió al Valencia tan sólo durante la roda de octavos de la que fue apeado por el PSG francés. No obstante, el club de Mestalla disputó una igualada eliminatoria ante un conjunto muy superior económicamente hablando. En Copa del Rey cayó en cuartos tras haber eliminado a Osasuna. El verdugo en este caso fue el Real Madrid. Aunque la imagen dada por el equipo ché, sobre todo en el partido de la ida en el Bernabéu, fue digna de reconocimiento.

Partidos 37
Victorias 18
Empates 8
Derrotas 11
Goles a favor 66
Goles en contra 54

Esta fue la última comparecencia de Valverde como técnico del Valencia.

Miroslav Djukic

El ex jugador valencianista llegaba a Valencia tras la marcha de Valverde y con la plena confianza tanto de la cúpula directiva de Mestalla como de la afición blanquinegra. El serbio llegaba tras un gran período en Valladolid y dispuesto a devolver al club ché a los puestos Champions. Djukic volvía a la que fue su casa, a la ciudad y al equipo que le habían visto triunfar como jugador, formando parte del Valencia más exitoso de la historia. Esta vez regresaba para hacerse cargo de un vestuario en busca de un líder que les guiara a pelear por títulos. Y desde luego, Djukic parecía ese hombre. Sobre todo tras la imagen que dio el equipo en pretemporada. En especial, en el encuentro frente al Inter de Milán al que doblegó por 4-0 con un gran juego.

El preparador serbio comenzó utilizando un 4-2-3-1 que tantos éxitos había dado a la parroquia valencianista. Un centro del campo formado por Míchel y Fuego acompañado por Banega en la media punta, provocaba que la batuta del juego cayera del lado ché. Bernat y Feghouli debían tomar el control de los extremos y Soldado estaba llamado a ser la punta de ataque en un equipo diseñado para un rápido robo del balón y un buen trato de este. La idea era algo similar a lo que había planteado con anterioridad Valverde pero con algunos detalles dispares. Sin embargo, la marcha de Soldado al Tottenham sin siquiera haber entrenado bajo las ordenes de Djukic, suponía un fuerte revés para las aspiraciones de los de la capital del Turia. La llegada de Postiga pareció apaciguar la situación pero por poco tiempo.

Con la temporada ya en marcha, el equipo no terminó de arrancar y tras una racha de malos resultados, Djukic optó por prescindir del trivote en el centro del campo para pasar al clásico 4-4-2 siendo Míchel el principal sacrificado ya que salió pasó de titular a estar fuera de las convocatorias en cuestión de pocas jornadas. Aun así, el Valencia seguía sin funcionar y el serbio se decantó por alternar tanto a los extremos como a los laterales. Dando así multitud de minutos a estos sin que ninguno llegara a hacerse con la titularidad absoluta. No obstante, la escuadra blanquinegra no arrancaba del todo y el murmullo en la afición comenzaba a crecer más y más. Hasta que llego el primer partido Europa League ante el Swansea en el que los ché encajaron un 0-3 que puso Mestalla patas arriba. La afición no clamó en este caso ante el entrenador, sino ante los jugadores, a los que consideraban los principales culpables de la situación por una falta notable de implicación. Miroslav Djukic pasó pues a prescindir de un Postiga en sequía para alinear a Jonas como falso nueve y confiar en la racha goleadora que este atravesaba. El experimento le duró al serbio tanto como duró la racha del brasileño.

Un pésimo partido en Tarragona frente a un Segunda B unido a la aplastante derrota en el Calderón ante el Atlético, hacía que el ex del Valladolid fuera destituido como técnico del Valencia a pesar de la promesa hecha por Amadeo Salvo meses atrás de que Djukic sería entrenador del equipo de Mestalla hasta el final de la presente campaña. La pobre imagen ofrecida por el conjunto de la capital del Turia a lo largo de toda la temporada junto a la falta de resultados, ha hecho que el presidente blanquinegro haya tenido que prescindir del hombre que el mismo trajo y que veía su etapa al cargo del club de sus amores, finiquitada. Así pues, Djukic, al igual que Pellegrino poco más de un año atrás, pasaba a formar parte de la larga lista de entrenadores destituidos en Mestalla desde la marcha de Rafa Benítez hace ya nueve años.

Partidos 23
Victorias 10
Empates 4
Derrotas 9
Goles a favor 33
Goles en contra 33

Esta es la rueda de prensa correspondiente al cese del técnico serbio.

Podemos decir que Valverde y Djukic han sido dos polos opuestos a lo largo de su trayectoria, no tanto en sistema de juego sino como en resultados. A pesar de que el técnico serbio apostó a su llegada por el 4-2-3-1 que tan bien había funcionado bajo el mando del extremeño, la falta de conectividad entre los jugadores nuevos y antiguos así como con el propio entrenador, hizo que los resultados para el ex zaguero valencianista no fueran para nada los esperados y conllevaron en una destitución de este. Veremos pues si el ‘a priori’ nuevo técnico blanquinegro en el 2014, Juan Antonio Pizzi, aporta esa tranquilidad y estabilidad que tanto hace falta en el seno valencianista.

Imagen de Juan Antonio Pizzi, posible futuro entrenador valencianista.

Fotos: 1, 2 y 3 Superdeporte 4 Carla Cortés | VAVEL 5 insidespanishfootball.com