Dice Oriol Romeu que cuando llega un nuevo entrenador todos quieren convencerle. Visto lo visto ante el Levante, el Valencia de Pizzi ya tiene su once de gala. Con la única salvedad de Antonio Barragán, que fue el único que desentonó. Ricardo Costa y Mathieu superaron sin problemas las pocas acometidas granotas con la inestimable ayuda de un cada día más en forma Juan Bernat, el propio Oriol Romeu sacó su mejor versión y sirvió de balones a un excelso distribuidor llamado Daniel Parejo. Arriba, Piatti y Feghouli corrían la banda mientras que Jonas y Hélder Postiga buscaban con poca suerte el gol. De Diego Alves poco se puede decir salvo que las faltas que tuvo que despejar, las despejó sin problemas.

Todos estuvieron acertados. Todos cumplieron. Todos corrieron. Si queremos centrarnos en un hombre, ese es Sofiane Feghouli. El argelino fue el jugador del partido. Dio mejor impresión incluso que cuando estaba ganándose la renovación. Le salían hasta los disparos con la pierna mala. Su gol, el mejor momento de la noche. Su regate sobre El Adoua le permite ganar un espacio para superar con fino toque por arriba a un Keylor Navas vendido por su defensa durante los 90 minutos.

Ayer todo parecía ir en armonía en Mestalla. La afición espoleó a los suyos y éstos respondieron con un esfuerzo inédito esta temporada. ¿Ha dado Pizzi con la tecla que nunca encontró Miroslav Djukic? Ni mucho menos. No podemos negar el trabajo del recién llegado, que en apenas una semana ha tenido que decidir un once tipo para ganar su primer partido y preparar otro en apenas dos días. Quienes han encontrado la tecla han sido los jugadores.

Esos hombres que ayer defendían el escudo valencianista como si les fuera la vida en ello eran aquellos que hasta hace un mes no eran capaces de ganar, con todos los respetos, a un equipo de Segunda División B como es el Nàstic de Tarragona. No es que el trabajo de Djukic haya sido el mejor, pues tiene parte de culpa de que el Valencia haya estado más cerca del descenso que de Europa. Pero si uno ve el partido ante el Levante y el partido ante Villarreal, sin darse cuenta, ve dos partidos distintos.

Unos podrán alabar a Pizzi en su estreno, otros podrán destacar el esfuerzo de los jugadores del Valencia. Pero uno se queda con la imagen de unos jugadores que han quedado retratados, una vez más. Ya en el partido ante el Real Madrid se vio a un Valencia distinto, pero el derbi ante el Levante ha dejado claro que cuando uno quiere jugar bien al fútbol, lo hace. O por lo menos se esfuerza, algo que no se había podido ver hasta el momento.

Ahora es tiempo de dejar trabajar a Juan Antonio Pizzi. Sus métodos tendrá y sus frutos dará, sin duda. Pero todo el mundo sabe que si los jugadores van a una, este gigante podrá despertar de su letargo y volver a escuchar la sinfonía europea.

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Sobre el autor
Carlos Martínez
Corresponsal de Fans Fútbol MX. Colaborador de Radio Inter y VAVEL. Colaborador de Solobasket. Antes, Cadena SER, RadioEsport y PDR.