El Valencia rescató un punto (0-0) frente al Sevilla en un encuentro que tuvo más intensidad que fútbol. Los valencianos controlaron el encuentro tras el vendaval local inicial. Los sevillanos avisaron en varias ocasiones, pero la concentración defensiva permitió crecer a los visitantes antes del descanso. Alcácer tuvo la ocasión más clara para los suyos. El empate al descanso dejó todo abierto para la segunda mitad. Una reanudación que pronto se vió condicionada. Ricardo Costa era expulsado por doble amarilla. A partir de ahí el guión cambió. El conjunto de Unai Emery se abalanzó sobre su presa, pero ésta resistió. Alves detuvo un penalti a Rakitic y más tarde sacó una mano providencial a un cabezazo a bocajarro Iborra. Pizzi movió el banquillo e hizo debutar a Keita, junto a Joao Pereira buscando más contención. El Sevilla sin ideas no pudo superar finalmente a su rival.

Los ché alargan la dinámica positiva con cinco encuentros sin conocer la derrota. 3 empates y 2 derrotas desde principios de enero. La victoria del Real Celta (1-2) ha servido de acicate para los valencianos y siguen acercándose a los puestos europeos. Además mantiene controlado a un rival directo como el Sevilla al ganar la diferencia de goles particular. Los blanquinegros ahora reciben al Granada y visitan Vallecas antes de tres citas contra rivales directos (Athletic, Real Sociedad y Villarreal). La ascensión no ha hecho más que empezar y la esperanza sigue creciendo entra la afición de Mestalla.

La intensidad venció al fútbol

Con el mismo planteamiento táctico que la pasada semana, el técnico argentino pretendía hacer daño al Sevilla al contragolpe. Tres balas en la línea de tres cuartos de campo (Vargas, Fede y Feghouli) para hacer daño a los "conocidos" laterales ofensivos del técnico vasco. 

Sin embargo los de Emery no salieron a tener el balón. También por mérito visitante. Los de Nervión salieron como un huracán durante los primeros minutos. Pero la esfervescencia acabó en apenas 20 minutos. Los valencianistas anularon al canalizador del juego sevillano y se lanzaron a buscar la espalda de la zaga rival. El centro del campo se convirtió en una auténtica batalla por el cuero. Intensidad que benefició a los intereses valencianistas.

El juego directo visitante tuvo sus frutos, pero no terminaron de madurar. Alcácer y Vargas tuvieron las mejores ocasiones antes del descanso, incluso se reclamó un penalti sobre Feghouli. Lo cierto es que ambos equipos quisieron dejarlo para la segunda mitad.

La expulsión de Costa contuvo al Valencia

A poco de iniciar el segundo tiempo, Álvarez Izquierdo expulsaba por doble cartulina al central portugués. Una infracción que fue dentro del área, pero que señaló fuera de la misma. Pizzi reaccionó rápido y renunció al partido con la entrada de Senderos por Fede. El Sevilla tuvo vértigo a pesar de maniatar a su rival. En apenas 5 minutos los locales pudieron adelantarse, pero un mal golpeo de Vitolo y una gran acción de Alves evitaban el avance. Rakitic falló la tercera pena máxima de la liga, y dejó con vida a un Valencia herido.

Lejos de bajar los brazos, los sevillanos lo intentaron con más corazón que ideas. Emery decidió dar un vuelco al choque con la entrada de Gameiro y Cheryshev. Lo consiguió a medias. Los chicos del preparador de Hondarribia llegaban al balcón del área valenciana, pero sin ideas. Ofensivas por acumulación, aunque esto permitió contener el dominio blanquinegro del primer tiempo.

Alves se empeñó en sumar un punto

El último cuarto de hora llegó con una soberbia parada del arquero brasileño. Un cabezazo de Iborra que se colaba en la red fue rechazado por Alves. El Sevilla voclado, y el Valencia encerrado. Keita y Joao Pereira salieron desde el banco para meter ayudar en defensa. El Valencia había renunciado hace tiempo al triunfo, pero la diferencia de goles y tres puntos para un rival estaban en el aire.

Lo cierto es que pese al encierre valenciano, éstos vivieron sin sobresaltos. Un equipo andaluz falto de confianza se topó con una muralla. Sin ideas y con cansancio en el cuerpo, el Sevilla vió impotente como el tiempo corría y dos puntos vitales se escapaban contra un rival en inferioridad. Muestra de esa desesperación fue la expulsión por doble amarilla del ruso Cheryshev que había ingresado por Reyes hacía unos minutos. 

El partido acabó en el área sevillista y sacando a relucir las carencia de un equipo que no pudo contra 10. El Valencia salva un match ball y planta los cimientos de su ascensión en el esfuerzo y el compromiso antes del mes de marzo que se avecina.