Sí, el Valencia CF es favorito en su eliminatoria de cuartos de final de la Europa League. Sí, de entre el resto de equipos a los que el bombo podría haber emparejado con la sociedad albinegra, el Basilea es uno de los conjuntos con menos nombre, y también, quizás, con menor potencial. Sin embargo, bien cierto es que el balompié entiende poco de probabilidades o de favoritismos. Sin ir más lejos, el club de Mestalla es capaz de romper cualquier tipo de quiniela conquistando el Camp Nou o cayendo frente al Getafe, como en la última jornada liguera. Si a estos hechos se le suman la capacidad de sorpresa del Basilea frente a clubes mayores, la ventaja que se le presupone a los de Pizzi disminuye considerablemente. No en vano, que el club suizo se encuentre en tan avanzada fase de la competición debería hacer crecer el escepticismo acerca del potencial de los de Murat Yakin. No hay más que ver el recorrido del club azulgrana por la presente Europa League.

Los suizos vienen de deshacerse de una de las sorpresas de la temporada a domicilio, el Red Bull Salzburgo. Tras un intenso partido de ida en St. Jacob-Park -hogar del Basilea- los de Murat Yakin llegaron a Austria con los pronósticos en contra y con las casas de apuestas dando por hecha la victoria de los locales, que venían de eliminar al Ajax con un apabullante 6-1 en el global de la eliminatoria. El partido transcurrió según lo previsto, con todo de cara para el Salzburgo. Pronto, muy pronto, en el minuto ocho de partido, el Basilea se quedaba con un hombre menos por expulsión del central Suchy. Peor se pusieron las cosas en el minuto 22 cuando Jonathan Soriano -ex del Barcelona- adelantaba a los locales aprovechando un centro de la estrella eslovena Kevin Kampl. ¿Misión imposible? No para los suizos. Éstos aguantaron estoicamente el arreón de los austriacos que buscaban cerrar el partido. Sin embargo, un parón debido a la incesante caída de objetos desde la grada visitante -motivo por el que el choque de ida frente al Valencia se jugará a puerta cerrada- obligó a parar el choque. En la reanudación, y tras una reestructuración de sus jugadores, el Basilea logró dar la vuelta al marcador con dos goles de Streller, su capitán, y Sauro en sendos saques de esquina.

Previamente se habían deshecho sin problema alguno del Maccabi de Tel-Aviv en la primera ronda eliminatoria. El equipo israelí fue uno de los escollos que tuvo que salvar en la previa de la Champions League, el otro fue el Ludogorets Razgrad, último rival del Valencia en la Europa League. El equipo helvético participa en la competición tras quedar tercero en su grupo de la Champions League en el que tuvo que vérselas con el Schalke 04, el Steaua de Bucarest y un Chelsea al que venció tanto en Stamford Bridge como en St Jacob-Park.

El técnico Murat Yakin es una de las leyendas vivas del Basilea. | Foto: AFP/Getty Images.

El “matagigantes”

Estos dos golpes al equipo londinense sirvieron, de alguna manera, como revancha tras lo acontecido la campaña anterior, cuando los ingleses apearon al Basilea en las semifinales de la Europa League. Caer a las puertas de su primera final continental. Duro varapalo. Especialmente tras haber eliminado a clubes con mayor renombre e historia en el panorama europeo. Sporting de Lisboa, Zenit de San Petersburgo y Tottenham Hottspurs. Fueron cayendo uno detrás de otro en lo que ha sido hasta la fecha la mejor participación en un torneo internacional del equipo suizo. Algo que seguro que esperan repetir si no mejorar esta campaña.

El Chelsea ha caído dos veces frente al Basilea esta temporada

Para ello deberán doblegar al Valencia en cuartos de final, un nuevo reto de envergadura. Incluso el Manchester United ha caído recientemente ante los RotBlau. Corría la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones de la temporada 2011/12. Los de Old Trafford llegaban segundos con nueve puntos mientras que el Basilea era su más inmediato perseguidor con ocho puntos. Sólo una victoria servía a los suizos si querían plantarse en los octavos de final por segunda vez en su historia. Streller adelantó a los locales en el octavo minuto de partido y un segundo gol de Alexander Frei poco antes del final hizo inútil el tanto de Phil Jones en el último suspiro. El mastodóntico Bayern de Múnich esperaba en la siguiente ronda. La ida terminó con victoria suiza por 1-0, pero los bávaros devolvieron a la realidad al equipo azulgrana con un inapelable 7-0 en el partido de vuelta. Una dura derrota que pese a romper el sueño del próximo rival del Valencia, no impidió que aficionados y jugadores celebrasen tan histórica participación. “Jugar la Champions League aunque sólo fuera un día era una fantasía hecha realidad. Lo mejor era que no teníamos que ganar”. Así de sincero y real es el sentimiento de un hincha del Basilea interpretado por la banda de punk rock Vanilla Muffins.

Basilea y Valencia ya se han visto las caras en competición europea

La de la campaña 2011/12 no fue la primera heroicidad europea del Basilea. En la temporada 2002/03 lograron acceder a una segunda fase de grupos en la que cayeron a pesar de igualar a puntos a la Juventus, segunda clasificada. Deportivo y Manchester United fueron los otros contendientes. Por aquel entonces, la Copa de Europa disponía de dos fases de grupos antes de llegar a las decisivas eliminatorias. Fue en la primera de estas fases cuando azulgranas y blanquinegros se encontraron por última vez. 2 de Octubre de 2002, Mestalla. El equipo de la ciudad del Turia era el vigente campeón español y llegaba al choque tras ganar los dos primeros partidos de la competición. El Basilea, con cuatro puntos llegaba a la avenida Aragón con la intención de arrebatar la primera plaza del grupo al equipo entonces entrenado por Rafa Benítez. No hubo color. Bueno sí, el blanco y el negro de un Valencia que le endosó un severo 6-2 con goles de Fábio Aurelio, Baraja, Aimar, Mista y un doblete de John Carew. Sería la única derrota en el grupo del equipo entonces capitaneado por su actual entrenador. En el encuentro disputado veinte días después, Ivan Ergic marcó dos goles, uno de ellos en el último minuto, para neutralizar los tantos de Baraja y Curro Torres. Ambos equipos pasaron de fase apeando a Spartak de Moscú y a Liverpool de la competición.

El destino de ambos conjuntos se cruzó por vez primera en 1965. La Copa de Ferias fue el escenario en el que el Valencia doblegó al conjunto helvético por 1-3 en la ida y un 5-1 en la vuelta que no admite discusión alguna.

“Underdogs” también en casa

Suiza es un país con muchas peculiaridades. Pese a estar en pleno corazón del continente, no forma parte de la Unión Europea. Paraíso fiscal por antonomasia, algo que favorece la afloración de cuentas extranjeras en sus bancos. Seguro que han oído hablar de todo esto recientemente con varios casos flagrantes de personalidades de nuestro país. Las guerras históricas y rivalidades que aún hoy se mantienen entre los diferentes cantones suizos, la oficialidad del francés, italiano y alemán... Pero sin embargo, algo que por lo que es realmente popular el país que vio nacer a la Cruz Roja es por su chocolate, sus joyas y sus relojes. Sobre esto último se realiza una feria anual en la ciudad de este club de fútbol.

Joan Gamper se inspiró en el Basilea para fundar el FC Barcelona

La Baselworld reuné a la crème de la crème del mundo de la joyería y la relojería. Centenares de miles de visitantes de un alto estrato social se dan cita precisamente estos días -hasta el 3 de abril- para conocer las últimas novedades de las primeras marcas como Rolex o Swarovski. El club de fútbol de la ciudad, o al menos sus aficionados, viven ajenos a este tipo de lujos. Ellos son de otra pasta. El fundado en 1893, es un club familiar cuyos parroquianos se reúnen para gozar de los buenos tiempos que vive su amado equipo.

St Jacob-Park, hogar del Basilea. | Foto: Getty Images.

Gentes que se ganan la vida como trabajadores de la industria química y farmacéutica. Situada entre las fronteras de Suiza, Francia y Alemania, el área metropolitana de Basilea descansa entre estas tres naciones. Sus futbolistas plasman el multiculturalismo tan propio del país helvético que parecen haber olvidado la canciller Corina Casanova y el resto de integrantes del partido demócrata cristiano suizo. Podemos encontrar una gran cantidad de jugadores con dobles nacionalidades: turcosuizos, albanosuizos, italoargentinos o suecoiraníes.

Este carácter industrial de ciudad de las afueras choca frontalmente con la forma de entender la vida de los clubes de la capital, Zürich y Grasshopper, los mayores rivales del Basilea. Es por ello quizá que el equipo haya adoptado el espíritu de su ciudad y haya asumido tan bien el papel de equipo pequeño incluso en su propio país a lo largo de la historia. Un papel, el de equipo humilde, que está perdiendo paulatinamente gracias a los siete títulos ligueros conquistados en la última década y que le sitúa como la tercera escuadra con más ligas en su haber, con 16, por detrás de Servette -17- y Grasshopper, 27.

El Basilea fue fundado en 1893, como el nombre inicial del club indica, tras publicar un anuncio en un rotativo solicitando a los posibles jugadores una reunión tres días después, el 15 de noviembre. Uno sus fundadores y primeros capitanes fue Hans Kamper. Que posteriormente se mudaría a Barcelona y allí seguiría el mismo procedimiento para formar el FC Barcelona, equipo que hereda el azulgrana que el propio Joan Gamper -como posteriormente sería recordado- lució en su amado Basilea.

Reinvención continua

Cual ave Fénix, el Basilea ha sabido resurgir de sus propias cenizas. Cada éxito deportivo se ha visto sucedido por la venta de alguno de los estandartes del equipo. Renovación constante. Tras la hazaña frente al Manchester United y posterior eliminatoria frente al Bayern de Múnich, Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, valuartes de aquel Basilea, marcharon al Borussia Mönchengladbach y Bayern de Múnich respectivamente. Incluso el entonces entrenador Heiko Vogel se marchó a las categorías inferiores del conjunto bávaro. Surgieron nuevas promesas, como el central Dragovic o el extremo derecho Mohamed Salah. Ámbos cuajaron una gran campaña y abandonaron el barco suizo. Dragovic se marchó al Dinamo de Kiev el pasado verano, y Mohamed Salah, que brilló especialmente en las semifinales frente al Chelsea y en la presente Champions League, recaló en las filas del club inglés en el mercado de invierno. Murat Yakin ya es conocedor de la salida de Yann Sommer, una de sus estrellas, a la Bundesliga en cuanto finalice la presente campaña.

Savia nueva, constante. El club helvético bien podría moldear su cantera en alguno de los laboratorios de la región. La del Basilea es una incesante lluvia de jóvenes valores. Como si de un grifo goteando se tratase, los suizos han sabido formar a grandes jugadores en los últimos años de la talla de Felipe Caicedo, Ivan Rakitic, Eren Derdiyok o Alexander Frei entre muchos otros.

Jugadores clave

Yann Sommer, de 25 años, es el encargado de salvaguardar la meta azulgrana. Reflejos felinos y buena respuesta en el juego aéreo. Se maneja a la perfección con el balón en los pies y a partir de la próxima temporada suplirá a Ter Stegen -que suena para el FC Barcelona- en el Borussia Mönchengladbach.

Fabian Schär, de 22 años, es un central elegante con capacidad para sacar el balón jugado desde atrás al más puro estilo Djukic o, salvaguardando las distancias, Franz Beckenbauer. Salió recientemente de una lesión y aunque ya jugó en el último partido de liga frente al Luzern, el entrenador podría decidir dejarlo en el banquillo.

Valentin Stocker, de 24 años, es un habilidoso extremo izquierdo. Imprescindible en las alineaciones de Murat Yakin. Es uno de los futbolistas que más tiempo lleva en el club y uno de los más queridos por la afición. Ante la ausencia de Marco Streller, portará el brazalete de capitán. Segundo máximo anotador y jugador que más asistencias ha repartido del equipo.

Marcelo Díaz, de 27 años, es un mediapunta menudo de nacionalidad chilena. Brilló en la Universidad de Chile y el Basilea lo trajo a Europa, donde ha mejorado sus registros goleadores y ha aparecido siempre en los momentos clave.

Marco Streller, de 32 años, es el buque insignia de este equipo. Hace valer su 1,96 metros de altura para proteger el balón y ser poderoso en el juego aéreo. Buena técnica pese a su altura. Es el máximo goleador del equipo, pero presumíblemente se perderá la eliminatoria aquejado de unos problemas físicos en el abductor. Con el costamarfileño Giovani Sio sancionado, la punta de ataque en el partido de ida será probablemente para Matías Delgado en la posición de "falso nueve".

El Basilea ha basado su suerte en un juego alegre y combinativo durante los últimos años, aunque no se arruga a la hora de encerrarse atrás y salir con balones largos y contraataques rápidos si la ocasión lo requiere. Los hermanos Degen, Serey Die, Elneny o Fabian Frei son otros futbolistas a los que conviene no perder de vista.

Marco Streller y Valentin Stocker son dos de los futbolistas más destacados. | Foto: AFP/Getty Images.

Aunque la superioridad del Valencia es indudable, la eliminatoria no parece para nada decantada antes del inicio de la misma. Tal vez, el hecho de que el encuentro de ida en St Jakob's Park vaya a disputarse a puerta cerrada podría favorecer a los intereses del club de Mestalla. Sin embargo, los hombres de Murat Yakin han demostrado que son capaces de dar un susto en terrenos infranqueables para otros equipos. El Basilea es un club insistente, que no se rinde y que crece año a año contra todo pronóstico. Pizzi y compañía tendrán que andarse con ojo con los “underdogs” de la competición.

Posible alineación