El fútbol es un deporte para valientes y luchadores. En esto del balompié tenemos grandes ejemplos, y no cabe duda que uno de ellos es Andrés Palop. Un cancerbero que se ha tenido que enfrentar a las adversidades y que a sus 40 años se despide de su gran pasión por la puerta grande.

El portero de L'Alcudia se formó en la cantera del Valencia CF, hasta que en la temporada 1997/98 fue cedido al Villarreal CF, que por aquel entonces competía en Segunda División. Con el submarino amarillo logró el histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol español y regresó a su club de origen.

Andrés Palop volvió a su casa en 1999 y no lo tuvo nada fácil. En la entidad blanquinegra estuvo relegado a un rol de eterno suplente, ante la titularidad de Santiago Cañizares. El valenciano veía pasar los mejores años de su carrera deportiva desde el banquillo, esperando su gran oportunidad. Pese a tener poca participación con el conjunto ché (43 partidos de Liga en seis temporadas), cosechó dos títulos de Liga, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y dos subcampeonatos de la Liga de Campeones.

Sus mejores años

La gran oportunidad se la dio el Sevilla. En 2005 Andrés se traslado a la capital hispalense y pronto comenzaron los éxitos. De ser considerado un portero en la sombra pasó a ser una de las principales piezas del Sevilla, llegando a ser uno de los jugadores más admirados de la grada del Sánchez Pizjuán. Con la elástica franjirroja conquistó dos Copas del Rey, dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España.

Para el recuerdo siempre quedará el 15 de marzo de 2007, cuando protagonizó una hazaña europea con el conjunto sevillista. En la vuelta de los octavos de final de la UEFA, cuando su equipo perdía por 2-1 ante el Shakhtar Donetsk el meta valenciano se sumó al ataque en el tiempo de descuento y tras un córner anotó el 2-2 que clasificaba al equipo hispalense. 

El guardián de Nervión

Palop se convirtió en el autentico salvador del Sevilla. Un gran testarazo del cancerbero desató la alegría en el vestuario nervionense. Pero el portero valenciano volvería a ofrecer otra magnifica actuación en la final del 16 de mayo ante el Espanyol, cuando tras el 1-1 en los 90 minutos y el 2-2 en la prórroga ambas escuadras se batieron en los penaltis. La suerte estaba echada, y el guardameta español volvió a ser el héroe al detener tres lanzamientos desde los once metros. El Sevilla era campeón y Andrés Palop un auténtico ídolo de Nervión.

Su esfuerzo y dedicación le otorgaron el premio de la convocatoria con la Selección Española en 2007 para sustituir a un lesionado Iker Casillas, aunque no llegó a debutar. En el año 2008 formó parte del combinado español que logró la Eurocopa aunque no disputó ningún partido con La Roja, y en 2013 abandonó el Sevilla para poner rumbo a la Bundesliga bajo las filas del Bayern Leverkusen, donde al finalizar la temporada, el 30 de junio de 2014, pondrá fin a su carrera profesional.

Comunicado de Andrés Palop

"Hoy quiero anunciar que tras 19 temporadas como jugador de fútbol profesional, viviendo, sintiendo y disfrutando de esta profesión intensamente, al finalizar la temporada llegará el momento de “colgar los guantes”. Quiero agradecer a todos los clubs, compañeros, entrenadores y dirigentes toda la confianza depositada en mí. Ha sido una experiencia extraordinaria, he sido un jugador privilegiado por haber vivido momentos inolvidables en cada club al que he pertenecido. Gracias a todos los aficionados que me han seguido y me han mostrado su apoyo y cariño.

Un fuerte abrazo y ¡Gracias Fútbol!.

Andrés Palop”.