El Valencia suma y sigue. Victoria sobre el Getafe con solvencia por 0-3. Los de Nuno encarrilaron el partido por la vía rápida. André Gomes y Alcácer pusieron dos goles de ventaja en apenas 20 minutos. El Getafe nunca creó peligro sobre la meta blanquinegra. El cohete valencianista firma un arranque para soñar: diez puntos de doce posibles.

El Valencia está de dulce. Todo sale a la perfección en este arranque liguero. Los resultados ya no solo llegan con visos de un equipo en crecimiento. André, Parejo, Rodrigo y Alcácer ponen el almíbar en ataque. Dos fogonazos de luz enseñaron el camino para seguir la senda marcada por el Barcelona. Y es que el Valencia es segundo en la tabla.

La seguridad defensiva ya está acompañada de visos de buen juego. Dominio del partido, pero no a través de posesión estéril, sino de magia, y mucha. El Getafe, débil, solo pudo ver como los de Nuno marcaban el compás y como lo aderezaban a su antojo.

Electricidad y buenos modos

La receta del dulce del técnico luso toma forma. Cada vez el excelente sabor de los buenos resultados, también lo acompaña una magnífica presentación. Los ingredientes son nada extraños. Presión alta, rápidas triangulaciones y finalizaciones certeras. Asimismo si le añades el cerrojo defensivo que ha montado Nuno y dirige Otamendi, el éxito está asegurado.

Alcácer y el gol. Su rutina preferida. Envío largo para el ariete de Torrente y de nuevo, mostró su olfato de gol. Acciónde listo, como ante el Espanyol y ventaja che. Alcácer es una realidad. Un martillo pilón. Tres goles y tres asistencias. Siempre acudiendo presto a su cita con el esférico y la red.

La degustación tendría un segundo plato exquisito. La presión alta tuvo sus frutos. Recuperación en la medular y apertura a banda. Rodrigo agitó su varita. Control exquisito, galopada por línea de cal y al centro. André dibujó con Alcácer una pared exquisita por el centro, y el luso batió con suma dulzura a Guaita. Choque encarrilado con más de una hora por delante.

El postre estuvo de más

El segundo acto sobró. El Getafe nunca estuvo cómodo en el encuentro. Ni siquiera con posesión total de balón y superioridad numérica. La frustración local se transmitía por medio de constantes faltas. Mientras Alves gozaba de una plácida velada de degustación junto a sus compañeros.

Las bajas, lógicamente, hicieron mella en el equipo de Cosmin Contra. Prueba de ello fue la falta de picardía del Naldo. El central, que nunca estuvo metido en el choque, regaló un penalti a Feghouli. Rodrigo se estrenó con la elástica valenciana. Eso sí, estreno agridulce. Más tarde sería expulsado por doble amarilla, mostrando falta de experiencia.

El tercer tanto dejó el último cuarto de ahora como un trámite. El Valencia vuelve a vencer y empieza a convencer. El Getafe ni una cosa, ni la otra. Licencia para soñar en Mestalla, al menos, tres días más.