"Valencianistas por el mundo" es la nueva sección del Valencia en VAVEL y servirá para mostrar de que manera se vive el sentimiento valencianista fuera de nuestras frontera. Hoy VAVEL visita Varsovia, capital de Polonia, para ponerse en contacto con Javi Donat, valenciano y seguidor del Valencia desde pequeño. Javi cambió Valencia por Polonia hace unas semanas para seguir estudiando vía Erasmus, una experiencia única.

La capital polaca alberga una gran cantidad de estudiantes universitarios procedentes de la Comunidad Valenciana, sobre todo de la ciudad del Turia. A pesar de no existir ninguna peña valencianista en tierras polacas, los valencianos viven su sentimiento blanquinegro a su manera y adaptándose a su nueva ciudad.

Respecto a su día a día, Javi reflejó que se siente cómodo y feliz: "Mi experiencia aquí esta siendo increíble. Varsovia es una ciudad grande, pero muy acogedora, y los polacos, por lo general, son gente muy sociable. El idioma sí puede llegar a ser un problema, puesto que no demasiada gente habla inglés, y el idioma polaco es algo más que complicado. Pienso aprovechar al máximo los diez meses que voy a pasar aquí", explicó.

"Echo de menos ir a Mestalla cada semana"

Nuestro amigo Javi también quiso señalar que su felicidad en su nuevo estilo de vida, no esconde la añoranza al Valencia y su templo, Mestalla. "Sin duda, lo que más echo de menos es acudir a Mestalla cada fin de semana. Es algo inexplicable, y más con la apasionante temporada que se avecina. En mi cabeza no hay otra cosa que el partido del día 3 de Enero contra el Real Madrid, al que sin duda asistiré. En cuanto al Valencia, estoy muy ilusionado desde la distancia, y disfruto viendo jugar a nuestro equipo. Tanto Nuno, como los fichajes, me han sorprendido gratamente, y cuando se recupere Negredo, el potencial de esta plantilla será aún mayor".

El Valencia ha arrancado la campaña sin perder. (Foto: Carla Cortés | VAVEL).

Otro problema que propicia la lejanía de la capital valenciana es la dificultad de seguir la actualidad diaria a través de la prensa. Asimismo ver los partidos son tarea imposible allí. No obstante, Javi no se siente afectado en ese aspecto: "Yo me siento cómodo. Veo los partidos a través de la red, bien sea en un hostal los primeros días, o en alguna cafetería pública con conexión Wi-Fi hasta que consiga instalarme definitivamente y pueda ver los encuentros desde casa. A medida que pase el tiempo estoy seguro de que conoceré a algunos seguidores del Valencia, y en compañia, el fútbol se vive más aún".

Respecto a la situación social del país y su posición al fútbol, Polonia, y su capital, Varsovia, es otro de los muchos países con gran seguimiento al fútbol. Sin ir más lejos Polonia fue la co sede de la Eurocopa 2012 junto a Ucrania. Competición de la que el fútbol español sigue como rey. En la capital el principal equipo es el Legia de Varsovia, líder tras diez jornadas disputadas en el campeonato local. "El fútbol polaco está muy lejos del nivel del fútbol español, pero el interés en este deporte es creciente. Las aficiones son muy fieles a sus clubes, y los estadios se convierten en auténticos calderas para los rivales. Bengalas, banderas, y cánticos, atosigan durante todo el encuentro", recalcó el valenciano.

"El ciclismo y el voleibol son deportes muy seguidos en Polonia"

Por lo general, Polonia no es un país en el que interesa sólo un deporte como el fútbol. "He visto que el Voleibol es un deporte muy común aquí. Algo curioso", explicó Javi. Otras culturas deportivas, como el ciclismo son muy seguidos también. Un ejemplo de ello es el polaco Michael Kwiatkowski que se proclamó recientemente campeón del mundo de ciclismo en Ponferrada.

El polaco venció por delante de Gerrans y Valverde. (Foto: Alberto Brevers | VAVEL).

En definitiva hemos podido conocer como se vive el fútbol en Polonia, y sobre todo, como el valencianismo de la mano de Javi Donat, se extiende y se vive por Varsovia. Pronto aparecerá un nuevo reportaje de "Valencianistas por el mundo" para trasladarnos a la realidad valencianista lejos del centro neurálgico del sentimiento blanquinegro.