Amadeo Salvo pone punto y final a su etapa como presidente del Valencia CF. Tras dos años en el cargo, en los que se ha ganado el apoyo de los aficionados blanquinegros con la realización de una profunda remodelación del club tanto en el aspecto deportivo como en el económico, el empresario valenciano ha decidido abandonar la entidad valencianista.

Su llegada al club

La incapacidad de la Fundación VCF de pagar los intereses del préstamo correspondiente a la entidad bancaria Bankia en enero de 2013 provocó que la Generalitat Valenciana, avalista del mismo préstamo, se viera obligada a abonar el pago de los intereses y a nombrar nuevos patronos para la fundación, entre los que se encontraba Amadeo Salvo. Tres meses después, tras la dimisión del por entonces presidente del club valenciano, Manuel Llorente, ocupó el cargo con el 93% del apoyo de los accionistas.

En el aspecto económico, las principales pretensiones del nuevo consejo de administración fueron la refinanciación de la deuda del club y la Fundación VCF con Bankia, mejorar la inversión en la cantera valencianista y terminar la construcción del nuevo estadio ché. Toda esta serie de pretensiones fue presentada con el nombre de GloVAL.

En el ámbito deportivo, la remodelación fue mucho más visible, aunque en un primer momento se mantuvo al director deportivo, Braulio Vázquez, y se contrató a Miroslav Djukic como entrenador. No obstante, los malos resultados deportivos provocaron la destitución de Braulio, y Rufete pasó a ocupar su cargo, contratando a Juan Antonio Pizzi como técnico y renovando a gran parte de la plantilla en el mercado de invierno de la temporada 2013-2014.

Protagonista en la venta a Peter Lim

Ante la inmensa deuda del Valencia CF, Bankia decidió empezar a buscar inversores para el club. Salvo, que ya ocupaba el cargo de presidente, presentó al multimillonario singapurense Peter Lim, quien tenía la intención de adquirir las acciones del club y crear un un proyecto deportivo potente, pero la entidad bancaria descartó de inicio su oferta. En enero de 2014, el presidente consiguió que la fundación liderara el proceso de venta mediante unas bases y la creación de una Comisión Gestora en la que estaban representadas todas las partes implicadas: la Fundación VCF, el club, Bankia y la Generalitat Valenciana. Esta comisión tuvo la misión de estudiar todas las ofertas recibidas, un total de siete.

Finalmente, el 17 de mayo del mismo año, el patronato de la Fundación VCF aprobó por unanimidad la venda del club a la empresa de Peter Lim, pero no fue hasta el mes de octubre cuando la oferta quedó firmada tras varios meses de negociaciones entre Lim y Bankia.

El nuevo proyecto y el fin de Salvo

Con la llegada de Lim empezó una época de cambios significativos para la entidad de Mestalla. En el cuerpo técnico, Nuno Espirito Santo, entrenador portugués bastante desconocido para gran parte de los aficionados, sustituía a Pizzi en el banquillo valencianista. En la plantilla, el fondo de jugadores del nuevo propietario permitió nuevas incorporaciones como las de Rodrigo Moreno y André Gomes y, junto con Jorge Mendes, socio de Lim, la incorporación de Álvaro Negredo. Tras la Junta General Extraordinaria celebrada a finales de 2014, se presentó definitivamente el nuevo consejo de administración, en el que continuaba Amadeo Salvo por decisión propia de Peter Lim y de gran parte de la afición, con el cargo de Presidente Ejecutivo.

Todo esto auguraba una época de ilusión para el club blanquinegro, que se vio certificada en la última jornada liguera con la clasificación para la previa de la Champions League. A pesar de ello, con la temporada concluída, ha habido numerosos movimientos en la élite dirigente, como la dimisión de Amadeo Salvo, Rufete y Ayala, junto otros cinco miembros de su equipo de trabajo. El hasta ahora presidente ché pone de esta forma punto y final a su etapa en el Valencia, aclarando que su salida se debe única y exclusivamente a "razones personales y familiares", y que no tiene nada que ver con el fichaje, finalmente rechazado, de Rodrigo Caio, y que había provocado cierta tensión en el club de Mestalla. Así lo ha hecho saber el propio Salvo en una rueda de prensa que la entidad había convocado previamente, y en la que ha transmitido, emocionado, su decisión y ha hecho balance de su etapa como presidente, declarando que en dos años el Valencia ha pasado de estar en bancarrota a ser pujante y a estar lleno de ilusión. "El Valencia CF está en buenas manos y tiene un gran futuro, pido a los aficionados que apoyen siempre al equipo, yo lo haré a partir de ahora en mi asiento de aficionado como lo hacía antes de ser presidente", han sido las últimas palabras de Amadeo Salvo en el cargo.