Dani Parejo ha asistido a rueda de prensa en el día de hoy tras confirmarse su renovación con el club hasta 2020. En su comparecencia ha querido cubrir la actualidad del Valencia, reflexionando acerca de su estado personal, el del club, los objetivos logrados y los nuevos retos que se plantea para la nueva campana.

En lo relativo a las bajas de Rufete y Amadeo Salvo, el centrocampista de Coslada afirma que “lo más importante es el club”, centrando su interés en que la estabilidad del Valencia prevalezca pese a los cambios estructurales que se han producido dentro de la entidad valencianista.

Al ser preguntado acerca de su renovación, el madrileño de 26 años comenta que “ha sido lento pero las dos partes hemos quedado muy satisfechas”. Aunque las negociaciones fueron largas y tediosas, por parte de Parejo la voluntad siempre fue la de quedarse por su satisfacción a nivel personal y profesional con el club.  

El de Coslada también se muestra ambicioso tras resolverse su situación con el conjunto de Nuno, manifestando sus ganas de mejorar su rendimiento pues considera que “hay que mejorar lo del año pasado”. La pasada campaña ya hizo gala de su incuestionable calidad firmando 11 goles en liga con participación en 34 partidos, siendo suplente tan solo en uno de ellos. De manera paulatina y a base de talento el capitán se ha establecido como un imprescindible en la sala de máquinas del cuadro valencianista.

Respecto a las altas y bajas, Parejo se muestra firme en concederle máxima importancia a la estabilidad del club, señalando que “la clave es mantener la base del equipo”. El capitán madrileño pide que los recién llegados muestren ilusión y ganas por aportar.

El centrocampista de Coslada hizo una breve reseña acerca del filial, afirmando que “la del Valencia es una de las mejores canteras que hay” e insta a los jóvenes a que sigan trabajando y luchando por una oportunidad que un día les llegará. 

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Sobre el autor
Desirée Mejía
Aprendí a escribir antes que a hablar, eso ya es algo, ¿no? Apasionada del deporte y de ese bendito opio que es el fútbol. Prometo causar jaleo con lo que escriba - dentro de los límites del civismo, claro está -.