Seis minutos necesitó Santi Mina para dejar su sello de identidad con su nueva elástica. El delantero gallego anotó su primer gol en su debut. Cierto es que el rival era de menor entidad y en el primer test de pretemporada pero lo visto en Balaídos y sus primeros minutos como che dejan entrever un rendimiento y un potencial esperanzador.

Mina es un delantero móvil, rápido y ágil. Y sobre todo tiene mucho gol. Algo de lo que los arietes blanquinegros adolecieron el pasado curso.  El nuevo jugador valencianista encaja a la perfección en cualquier posición del frente de ataque de Nuno. El técnico luso a priori pretende volver a apostar por un sistema 1-4-3-3. Ahí Santi Mina puede actuar como un delantero centro al estilo de David Villa en su etapa che. Un jugador que cae a banda, rápido para lanzar el contragolpe y con veneno cada vez que pisa el área contraria. Sin embargo puede también arrancar desde la banda trazando diagonales y combinando con los jugadores interiores para permitir las incorporaciones características de José Luis Gayà por la izquierda.

Los primeros minutos del ex jugador celeste fueron como delantero centro. Esta posición a día de hoy es algo coyuntural, puesto que Paco Alcácer todavía no se ha incorporado al grupo y Álvaro Negredo es el único punta puro en este inicio de la pretemporada. Mina ahí ha demostrado su olfato de gol con una definición magistral en su primer tanto frente al Wiener SK.

Por el contrario en el partido frente al Werder Bremen en Salzburgo el delantero estuvo gris, pero como todo el equipo. La lluvia y la carga de entrenamientos en las piernas de la primera semana acabaron con la explosividad y vértigo de los atacantes valencianistas. 

Las sensaciones con Mina son positivas como el propio jugador afirmó tras el encuentro frente al conjunto alemán. Asimismo permitirá al técnico portugués disponer de multiplicidad de opciones para la ofensiva. El Valencia será menos previsible ofensivamente con varias cartas con las que jugar. Algo imprescindible para una temporada de una exigencia alta, si el conjunto de Mestalla avanza a la fase de grupos de la Champions League.