Se estrenaba el Valencia en su tierra esta pretemporada, y no defraudó a los poco más de 7,500 aficionados que pudieron disfrutar del encuentro en el estadio Luis Sober. 

Con las alineaciones se produjo el debut de Ryan en la portería y Danilo en el medio, parecía que el sistema sería 3-5-2, con dos carrileros que se acoplarían a la defensa cuando tocara, y usarían la banda a su antojo en ataque. Fue así como llegó el gol, nada más empezar el partido el balón llegó a Gayá, que puso un caramelo para que Alcácer superara a Zoet y colocará el 1-0, que acabaría siendo definitivo. 

Durante los primeros veinte minutos solo vimos un equipo en el terreno de juego, el Valencia era amo y señor, destacando especialmente Enzo Pérez en el centro de la defensa mostrando motivos que justifican el porque se le fichó, Danilo en el medio, donde mostró una personalidad y un liderazgo impropios de un joven de solo 19 años, y muy especialmente destacó Gayá, que entraba como cuchillo en mantequilla caliente jugada sí, jugada también. 

Funcionando como un acordeón, el Valencia tenía la pelota y siempre aparecían apoyos para el poseedor del cuero, mientras que cuando era el PSV el dueño de la posesión los de Nuno se compactaban,  cerraban filas y frenaban sin problemas el ataque holandés que dependía totalmente de la inspiración de De Jong. 

A partir del minuto 25 los ches comenzaron a dormitar, y despertó el PSV que se volcó por intentar perforar la meta de Ryan, muy seguro a balón parado y solventando con holgura un preciso pase filtrado por Poulsen que buscaba Narsingh. Así continuo la primera parte, con un Valencia superado por momentos, pero que no sufría ni concedía claras ocasiones, gracias en parte a la fluidez de las coberturas, especialmente por parte Javi Fuego, que llegaba siempre a la ayuda. 

Arrancó la segunda parte con la entrada de Piatti, De Paul, Santi Mina y Cancelo, que sustituían a Danilo, Javi Fuego,  Alcácer y Rodrigo, además supuso un cambio en el sistema, pasando a un 4-1-4-1 con Enzo Pérez en el pivote y Mina en punta. 

Con el nuevo planteamiento se desató el Valencia, Parejo empezó a intervenir, Enzo sacaba el balón con fluidez, Gayá en el extremo izquierdo ganaba fondo como Pedro por su casa, De Paul buscaba los espacios y destacó en sobre manera Cancelo, atrevido y descarado, jugando a su antojo, parando cuando era necesario y acelerando cuando consideró oportuno, dejando maneras de pelotero de nivel. 

Varias combinaciones fluidas, siempre en busca de la banda y de ahi al centro, acabaron en claras ocasiones, especialmente una apertura de Enzo a Gayá que acabo en un disparo desviado de Parejo, que acarició el gol en dos lanzamientos de falta, ambos encontratron al meta del PSV, con dos notables atajadas. 

En el minuto 73 entraron Orbán y Bakkali por Gayá y Barragán. Bakkali entró con ganas de demostrar que clase de futobolista es frente a sus ex-compañeros, y vaya si lo hizo. Desde el primer balón que te tocó se le notó que tenía el dia, y colocándose en la media punta volvió locos a los que hace dos semanas eran sus compañeros, especialmente cuando encontraba a Cancelo, momento en el que los asistentes al Luis Suñer disfrutaban en sus asientos. Llegó incluso a intentar un disparo desde más de 30 metros que por poco no acabó en ovación. 

Llegamos así al minuto 80, cuando Nuno decidió introducir a los jóvenes del filial Jaume Domenech, Zahibo, Fran Villalba e Ibrahim Diallo, que entraron por Ryan, Enzo Pérez, Vezo y Parejo. Los últimos minutos vimos un Valencia que trataba de dormir el partido con el balón y un PSV demasiado acelerado cuando recuperaba el cuero, y que no inquietó al joven Domenech. 

Resultado y sensaciones positivas que sacan los valencianistas de este enfrentamiento contra el campeón de la Eredivise, al que dominaron en la mayoría del partido. Se pudo ver que los fichajes se van adaptando con rapidez al sistema de Nuno, que mantiene su idea de juego respecto a la temporada pasada y promete grandes tardes de fútbol a los aficionados valencianistas.