Poco se conocía de él hace poco más de un año, cuando a sus 21 años firmaba una cesión por una temporada con el Valencia, pero no necesitó mucho tiempo para demostrar el porqué de esta adquisición, ganándose rápidamente una posición en el terreno de juego y el cariño de la afición. 

Hace dos temporadas, André comenzó a despuntar en el Bénfica, donde hizo su debut en la temporada 2012-2013,  temporada en la que alternó primer equipo con filial, sin contar con verdadero peso en el equipo de Jorge Jesus, a pesar de debutar con gol en liga. 

La temporada 2013-2014 adquirió mayor importancia en la primera plantilla y se hizo hueco en el equipo, adaptándose a las órdenes del entrenador llegando a jugar incluso de lateral, pero fue en el medio donde mostró su nivel, haciendo que la empresa  Meriton Holdings, propiedad de Peter Lim y Jorge Mendes, se fijara en él y pagaran 15 millones de euros por el 70% del jugador

Con el final de temporada llegaron las ofertas, el Benfica había ganado todos los títulos locales, y tan sólo se le resistió la Europa League en la final en penaltis con el Sevilla. En este equipo ganador, André fue el joven que destacó y maravilló a cuantos lo vieron, haciendo que llegaran ofertas desde Manchester, de ambos clubes, por 18 millones, pero Peter Lim quería traerlo a Valencia y disfrutarlo en su equipo, y así lo hizo. 

Desde su llegada dejó claro que quería un puesto en el once, y Nuno respondió dándole confianza y galones. La temporada pasada el Valencia disputó 42 partidos, de los cuales André jugó 37, la mayoría partiendo de inicio. 

Su posición en el medio, por delante de Javi Fuego y acompañando a Parejo le brindó la oportunidad de mostrar su calidad. Se sentía cómodo y se veía en el campo, donde los muchos que no le conocían hablaban de él como el jugador revelación de la temporada y de uno de los mejores fichajes de la Liga.

Partido tras partido se  ganaba el cariño de la afición y la admiración de los rivales, ya que no sólo se empleaba en elaborar, cuando tocaba trabajar se ponía el mono y corría como el resto de compañeros. Pero si hay que quedarse con un momento de su primer año, este sería el gol que anotó al Atlético de Madrid en Mestalla, una auténtica obra de arte, donde sorteó a los atléticos que le salieron al paso y definió frente a Moyá. 

La nota negativa vino en mayo cuando una rotura en el penúltimo partido contra el Celta le obligó a pasar por el qurófano, y a un pronóstico de tres meses en el dique seco, que con casi total seguridad no le permitirá disputar la fase previa de la Champions, en la que parte del mérito de estar es suyo. 

Poco falta ya para volver a disfrutar de André. Será difícil, pero Nuno y sus compañeros esperan que no notar su ausencia en la previa de Champions y así poder disfrutar de su calidad en la mejor competición continental, donde el portugués ha demostrado que su fútbol merece estar.