El sueño con el que Jaume ansiaba desde pequeño, se vio materializado el pasado 12 de septiembre de 2015. Esta fecha, quedará marcada en su memoria y es que el castellonense se presentó en la máxima categoría como si ya fuera todo un veterano. Saltó al césped de El Molinón con seguridad y determinación, sacó a relucir su mejor repertorio de paradas, desbarató cualquier posibilidad de gol rival y terminó erigiéndose como héroe de un Valencia que fue de menos a más en un complicado escenario.

Debutó en la máxima categoría y de manera estelar. Cada vez que intervenía, el canterano no podía ocultar sus gestos de felicidad y rabia, con el puño cerrado. Tenía motivos. En la mente su abuelo, al que perdió el pasado verano y con el que tenía un vínculo especial. Fue, no en vano, el familiar el que le acercaba todos los días en coche a los entrenamientos cuando militaba en la categorías inferiores del Villarreal. Le prometió que acabaría jugando en Primera, por eso, el sábado, buena parte de sus pensamientos fueron dirigidos hacia él. “Debutar con la portería a cero es lo máximo que se puede pedir. Ha sido un sueño defender la portería del Valencia. Estaba tranquilo, porque es lo que quiero y por lo que trabajo todos los días. Esto se lo he dedicado a mi abuelo. Faltó el año pasado, estaba muy vinculado y siempre le dije que le dedicaría mi debut. Seguro que lo ha visto desde el cielo”, indicaba Doménech.

De Segunda B a la Champions

Su camino hasta la élite no ha sido fácil. Hace tan solo tres años, estaba jugando en los campos de la Tercera División de Andalucía. Sabía que llegar hasta arriba era difícil, pero la meta ahí estaba. A pesar de que algunas puertas se iban cerrando, su empeño seguía siendo el mismo. Y, como si de una película se tratara, el sueño acabó convirtiéndose en realidad.

En julio tuvo la posibilidad de marcharse al Córdoba. Afloraron las dudas en el meta porque entendía que en Mestalla podía ver frenada su progresión. Por delante tenía a Mathew Ryan y Yoel, además de Diego Alves que, en plena fase de recuperación, volvería a competir a corto plazo. Al filial ya no quería regresar y sus opciones eran escasas. Pero, el de Almenara no se arrugó. Siguió firme y regateó al destino en una maniobra que, a día de hoy, le ha colocado como portero titular ante las ausencias de Ryan y Alves.

Formado en la prestigiosa cantera del Villarreal, el jugador se fortaleció en el humilde CD El Palo de la Tercera. De ahí recaló en el Huracán (Segunda B) que entrenaba Nico Estévez, donde apenas jugó un par de encuentros. Sin embargo, de la mano de Rufete y por petición del técnico, el portero aterrizó en el Valencia Mestalla para volver a ponerse a las órdenes de Estévez. Ese fue su escaparate para llegar al primer equipo. Entrenamientos primero y convocatorias después, fueron forjando al jugador que, con 24 años, ya sabe lo que es defender la portería del Valencia en un partido oficial.

Para más inri, su futuro seguirá vinculado al Valencia hasta junio de 2018, ya que ayer, el club hizo oficial su renovación . “Para mí es un sueño hecho realidad ampliar hasta 2018 porque es lo que siempre he querido”, apuntó. “Siendo valenciano es un honor estar aquí y voy a dejarme la piel para que dure muchos años”, añadió. El portero reconoció que “con la tensión del partido de Gijón me ha costado un poco dormir pero hay que llevar las cosas con normalidad y estoy muy contento por la victoria y el debut y hay que seguir trabajando”. El escaparate de la Champions le espera. Nuno ya lo ha ratificado. La aventura continúa.