Jaume Domènech lo ha vuelto a hacer. Distinto escenario pero mismo guión: el joven canterano sobrevolando el césped para frustrar las tentativas rivales sobre su portería. Lo realmente llamativo de esta ascensión estratosférica del jugador valencianista, es que pese a su inexperiencia en la máxima categoría, este joven de 24 años es capaz de realizar intervenciones de auténtico renombre en momentos idóneos. Este es uno de los rasgos más deseables para un portero en alza que quiere escribir su nombre junto a otros astros en el fútbol profesional de más alto nivel.
En una noche como hoy era de esperar que Jaume Domènech se encontrase en algún punto contra las cuerdas, y los vaticinios se hicieron reales. Los Lacazette, Valbuena y Kalulu se dieron de bruces contra un conglomerado formado por Abdennour, hasta su inoportuna lesión allá en el minuto 60 de juego, y un imperial Jaume Domènech. Para terminar de consolidarse como candidato preferente para portar la titularidad, el de Almenara dio respuesta a los envíos de mayor peligro de un Olympique Lyonnais agresivo en ataque.
Valbuena quiso perforar la portería ché con un libre directo bien botado pero Domènech lo alcanzó lo justo para enviarlo al palo y fuera. Más tarde, en las postrimerías del encuentro, se produjo otra ocasión clara de gol para el Olympique Lyonnais: un remate a quemarropa tras un saque de esquina bien botado que se topó de nuevo con los guantes del cancerbero castellonense. Acto seguido, el portero del Valencia tuvo que mandar otro lanzamiento desde fuera del área a saque de esquina. Se le agotaron los minutos al conjunto local y el Valencia pudo alzarse con unos tres puntos muy importantes para seguir vivos en su grupo, y esta victoria, a riesgo de sonar simplista, cae sobre los hombros de Feghouli -que selló la victoria con un increíble tanto desde fuera del área- y Jaume Domènech -que se hizo grande ante las acometidas rivales y mantuvo unos nervios de acero-.
Viene para quedarse
El camino del castellonense no ha sido fácil pero parece haber luz al final del túnel. Ingresó en las filas del primer equipo en esta campaña 2015-2016 para afrontar la baja de larga duración de Diego Alves. Definitivamente no entraría en los planes de Nuno tras el fichaje del australiano Matthew Ryan. No obstante, la lesión de este último abrió la puerta para Jaume Domènech, y desde que defendiese por vez primera la portería valencianista, no ha dejado de dar motivos por los que pensar que difícilmente dejará de hacerlo. Con su renovación de contrato bajo el brazo y la condición de nuevo héroe de la plantilla, el arquero de Almenara continúa despejando todo obstáculo que se interponga entre él y su sueño de guardar la portería del Valencia.