El partido de este domingo entre el Valencia y el Sevilla tiene muchas intrahistorias. Negredo vuelve al Pizjuán, Emery contra el equipo en el que dio el salto definitivo como entrenador y Banega y Rami se verán las caras contra un conjunto en el que dejaron sensaciones opuestas, de la gloria de sentirse importante en el club y uno de los activos más importantes a salir por la puerta de atrás.

Banega, el bipolar

Ya desde el principio el fichaje de Banega por el Valencia lo hizo envuelto en la polémica. El futbolista argentino aparecía en un vídeo en la red mostrando sus partes. Fue la antesala de lo que sería su trayectoria en el conjunto 'ché'. Nadie dudaba de su talento en al capital del Turia y la apuesta había sido tan elevada que requirió una cota de paciencia acorde al desembolso. 

Tras una temporada de adaptación en Valencia, el club decidió que lo mejor era que probara otras plazas. La siempre exigente afición valencianista vio los mejores minutos de Banega en España como cedido en el Atlético de Madrid.

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Ya en su regreso, Banega se mostró como un futbolista bipolar. Por momentos encandiló a la afición con su facilidad para romper líneas gracias a su privilegiada visión de juego y comenzó a sumar llegada al área. Fuera del césped las noticias eran bien diferentes, un Ferrari ardiendo de camino al entrenamiento, una lesión repostando en una gasolinera y poco a poco el cántaro rompió la fuente y puso rumbo a Newell´s, antes de enrolarse un año más tarde en las filas del Sevilla.

Rami, más planta que oficio

Rápido al corte y una garantía en los balones aéreos, el central francés se conviertió en una de las grandes sensaciones en el año de su llegada. Su llegada desde atrás en los saques de esquina se convirtió en una auténtica pesadilla para las defensas rivales hasta el punto de ganarse el recelo de los grandes clubes.

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Cualidades no le faltaban pero poco a poco fue perdiendo importancia dentro del club. A medida que esto ocurría, Rami iba sopesando la idea de que su futuro no iba a estar ligado al Valencia. Tras dos temporadas yendo de más a menos, Rami puso rumbo a Milán. No parecía tampoco el destino ideal para seguir creciendo dada la situación de los 'rossoneri' y tras un curso aceptable volvió de nuevo a La Liga, esta vez al Sevilla

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