El encuentro ante el Deportivo de la Coruña no iba nada bien para los intereses del Valencia CF, pues en Riazor se necesitaba la victoria y los locales pusieron tierra de por medio marcando Lucas Pérez en el minuto veintisiete de la primera mitad.

No era el guion que había pensado Gary Neville, pues el inglés estuvo dando órdenes durante todo el encuentro, ya que aunque el Valencia tuvo en botas de Negredo el adelantarse en el marcador, un desajuste defensivo propició el pase filtrado de Luis Alberto a Lucas, que aprovechando el espacio entre los centrales batió a Ryan. El guardameta australiano poco pudo hacer ante un delantero que junto a Aritz Aduriz se lo van a poner muy difícil a Vicente del Bosque para cuando el seleccionador dé la convocatoria definitiva para la Eurocopa de Francia 2016.

Lucas Pérez adelantó a los locales previo pase de Luis Alberto

Tras el descanso, los blanquinegros no podían hacerse con el control del juego y los protagonistas del segundo periodo fueron los mismos que en el anterior, es decir, los locales. Neville introdujo en el campo a Vezo por el lesionado Barragán,que tuvo que ser sustituido por una fractura en el tabique nasal producida en un salto. También dio entrada a Rodrigo Moreno y al belga Bakkali. De hecho, el técnico inglés sabedor del desequilibrio que genera el pequeño futbolista belga quería que todos los balones de ataque pasaran por sus botas.

Celebración del gol

Languidecía el partido en Riazor y el Valencia empujaba en los minutos finales más con fe que con fútbol. Y la verdad es que las numerosas plegarias surgieron efecto pues en el minuto noventa y tres de partido, es decir, en el tiempo ya añadido por el colegiado del encuentro, Álvaro Negredo cabeceó a la red un centro lateral de Dani Parejo, curioso cuanto menos, ya que centraba el que era el capitán del equipo hasta hace unos días, para marcar gol el que el pasado domingo lució con orgullo el brazalete de la capitanía.

El banquillo ché estalló de júbilo, pues con actitud, ganas y no dar por perdido ningún partido hasta que el árbitro pite la finalización del mismo permitió que los de Gary Neville volvieran a la capital del Turia al menos con un empate. Para unos será un empate más, pero para algunos tendrá el sabor de una pequeña victoria.