Los hombres de Gary Neville dieron a los aficionados valencianistas una de las peores noches de su historia. El FC Barcelona le endosó siete goles al Valencia, en el que ha sido el peor partido de los ches en lo que va de década, e incluso en lo que va de siglo. En este análisis se van a ver las claves de la humillante derrota.

La noche del FC Barcelona

Los azulgranas se divirtieron haciendo un gran fútbol ante un indefenso Valencia. Jugaban a lo que querían y les salía todo bien, haciendo disfrutar al Camp Nou con un fútbol de fantasía. 

A los once minutos de partido, el Barça ya iba ganando por 2 a 0 con un doblete del uruguayo Luis Suárez, y esto ya desmoralizó a los jugadores che por lo que quedaba de partido. Otra de las claves del gran partido de Luis Enrique fue la efectividad de cara a portería. Prácticamente todo que los culés chutaban iba a dentro. En la primera parte, tres disparos a puerta, tres goles, sin contar el penalti fallado de Neymar. Esta falta dudosa dentro del área de Mustafi provocó la expulsión del central alemán, dejando a los valencianistas con diez durante toda la segunda parte.

Pasividad de los valencianistas

En ningún momento pareció que el Valencia estuviera dentro del partido. El Barça jugó a su ritmo y tenía el control total del partido. Los ches se mostraban muy pasivos en el terreno de juego sin parecer esforzarse al 100%. El problema que hubo en la mayoría de los goles fue que había muchos espacios en el medio, dejando jugar a su gusto al tridente de moda en Europa, la MSN. Las combinaciones de los tres astros sudamericanos fueron letales y en la media parte ya habían sentenciado la eliminatoria.

Además, todo y el planteamiento defensivo de Gary Neville, jugando con Siqueira y Cancelo acompañando a Rodrigo en ataque, los visitantes no supieron parar el vendaval azulgrana. 

La única buena noticia para los valencianistas fue el debut de los dos nuevos fichajes del mercado invernal, Siqueira y Cherysev.