Real Betis y Valencia se citan este domingo en el Benito Villamarín. Dos conjuntos que necesitan con urgencia sumar en la clasificación para recuperar sus mejores sensaciones y principalmente salvar la categoría.
Los verdiblancos son decimoquintos con 22 puntos, y se encuentran actualmente en plena lucha por mantenerse en Primera División. La marcha de Pepe Mel y el pobre bagaje goleador ofrecido hacen que Merino asuma el reto de su vida al frente de la nave bética. Los sevillanos encadenan 10 partidos consecutivos sin conocer la victoria en Liga, con únicamente tres goles anotados en todos ellos. Unos registros muy pobres que no invitan precisamente al optimismo.
Toda la parroquia del Villamarín se acoge en los momentos complicados a su '9', su referencia en el ataque, Rubén Castro. El delantero de 34 años es el máximo goleador del equipo con 9 tantos, y ante la Real Sociedad rompió una racha de ocho encuentros sin perforar la red rival. El canario debe dar un paso al frente para que el beticismo confíe en permanecer en Primera un año más.
La racha sin ganar coincide con su sequía
El dato más significativo de todos muestra que Rubén Castro es, sin duda, el hombre más importante del equipo. Una decena de encuentros se ha pasado el Betis sin ganar, desde que lo hiciese ante el Levante a finales de noviembre. Desde entonces, tres goles anotados y ninguno del delantero canario. El hombre gol necesita su mejor cara para recuperar la alegría de los andaluces, pero el resto del equipo debe dar un paso al frente con él.
Además, el equipo verdiblanco ha cerrado la incorporación de Leandro Damiao, delantero brasileño del que se espera ayude a Rubén a recuperar su olfato goleador. La pasada jornada ante la Real Sociedad anotó un gol que de poco sirvió a los de Merino, que cayeron derrotados en Anoeta por 2-1. Este domingo reciben a un Valencia que pasa por un mar de dudas tras la goleada encajada en Copa del Rey.
En la ida, el encuentro finalizó con 0-0. El espectador, el Real Betis y el Valencia esperan que eso no vuelva a ocurrir. Duelo de necesidades, donde los hombres que marcan la diferencia deben aparecer. Y Rubén, sin duda, es uno de ellos.