El Valencia logró una victoria balsámica en la tarde del sábado ante el Espanyol, un equipo herido que, al igual que los locales, necesitaba sumar una victoria que levantase la moral de los jugadores y de sus técnicos. El partido finalizó 2-1 para los ches tras remontar el gol inicial de Óscar Duarte. Negredo y Cheryshev anotaron los tantos locales.

Pero no fue un día de una sóla buena noticia. Bajo los palos valencianistas, volvió Diego Alves. El guardameta brasileño reapareció para defender los colores del equipo donde se ha consagrado como uno de los mejores guardametas del mundo. Durante el pasado final de temporada, contra el Almería, el brasileño se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla en el estadio de los Juegos del Mediterráno. Casi un año después, y tras numerosos movimientos en plantilla y dirección técnica, el número 1 hizo de talismán para su equipo, logrando una victoria que vale su peso en oro.

Dos intervenciones de mérito y fallo en el gol visitante

Si alguien dudaba de la forma en la que el portero de 30 años reaparecería tras casi una temporada en el dique seco, Diego volvió a demostrar a todo el mundo que la losa de líder no pesa sobre sus espaldas.

Cinco minutos tardó en mostrar su grata recuperación. Neville acertó con su decisión, ya que a los cinco minutos de encuentro salvó un tiro a bocajarro de Caicedo que pudo suponer el 0-1. Espectacular intervención del arquero, cuyo rechace recibió Mamadou y lo mandó fuera de manera inexplicable. Mestalla se vino arriba ante semejante acción. El talismán estaba de vuelta.

En los segundos 45 minutos volvió a dejar su sello. Apenas tres minutos después del gol visitante, donde el portero no estuvo fino en la salida, Diop perdonó el 0-2 y lo que pudo ser la sentencia. La jugada tras un saque de esquina continuó con el balón al área del Valencia, la defensa local no estuvo fina y aparecieron para rematar solos Óscar Duarte y luego el mediocentro africano. Ambos remates los detuvo Diego Alves, el segundo desde el suelo y con la cara.

El partido finalizó con una victoria que permite respirar a los pupilos de Gary Neville y a la afición ché. Sólo es el comienzo, por lo que el Valencia debe marcar este partido como un punto de inflexión. Y con Diego en la portería, un cambio de rumbo siempre es más sencillo.

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Sobre el autor
Jesús Mata
Graduado en Ciencias del Deporte. Periodismo Deportivo MARCA, Redactor del Valencia C.F y de la Premier League en VAVEL España. Entrenador de fútbol y pádel.