Hay un momento que todo el mundo esperaba hace unos meses, cuando Nuno Espírito Santo no estaba consiguiendo los objetivos de esta temporada, intentando llevar a un equipo lleno de nuevos jugadores como André Gomes, Mathew Ryan o Joao Cancelo a la gloria en la Liga y en la Champions League. Ese momento llegó tras el encuentro frente al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, en el que el Valencia dejó una pobre imagen, perdiendo únicamente por 1-0. Ahí se acababa el sufrimiento con Nuno, que dejaba el equipo para dejar paso a un entrenador inexperto, que a pesar de eso la gente aclamaba. Ese entrenador era el mítico ex-jugador inglés Gary Neville, el cual llegaba aclamado por toda la afición, con el objetivo de llevar al equipo a un posible título. 

Ese objetivo lo comenzó con el equipo rozando la zona europea, en un ambiente enrrarecido pero con moral gracias al empate a uno que consiguió frente al Barcelona, cuando Voro estaba sustituyendo en ese momento a Nuno. Neville llegó al banquillo y comenzó la pesadilla: dos empates ante Eibar y Getafe hicieron que la gente se empezara a impacientar, aunque pedían un margen de mejora al equipo y a Neville. Villarreal y Real Sociedad pasaron por encima al Valencia, que solo conseguiría plantar cara frente al Real Madrid, además de numerosos batacazos, acompañado de ese 7-0 frente al Barcelona en la Copa del Rey. Hasta 13 jornadas sin ganar ha estado Gary Neville en Liga, convirtiéndose en el entrenador de la historia del Valencia con menor porcentaje de victorias, además de una dolorosa eliminación en octavos de final de Europa League frente al Athletic Club.

Todo parecía destinado a que Gary Neville debía de hacer frente a esta situación de quedar al borde del descenso e intentar salvar al equipo. Con el parón de selecciones, el entrenador dejó al equipo vacío por irse con la selección de Inglaterra. Toda la afición en contra del entrenador y esa marcha durante una semana clave, ha hecho que Lay Hoon y Peter Lim hayan decidido que Neville no termine la temporada, con la segunda destitución del equipo este año. El hombre que ahora coge el cargo es Pako Ayestarán, uno de los ayudantes en la era de Benítez, y entrenador en equipos como el AEK de Atenas o el Maccabi de Tel Aviv. Ayestarán intentará que en ocho partidos que quedan, entre otros frente a Real Madrid, Sevilla, Valencia y Barcelona, que el equipo consiga la permanencia y soñar, por qué no, con una opción muy complicada de entrar a Europa y no dejar la próxima temporada vacía de competiciones continentales.