Las chicos dirigidos por Curro Torres sucumbieron por la mínima ante el filial del Villarreal en su propio campo. Un único tanto a falta de diez minutos para el descanso le bastó al mini submarino amarillo para volver a casa con una nueva victoria en su casillero que les permitirá, una semana más, continuar en lo más alto de la tabla y para prolongar durante al menos otra jornada el pequeño bache por el que atraviesa el filial ché, que suma cuatro encuentros consecutivos sin saber lo que es ganar.

La palabra clave para definir el encuentro es "efectividad". El Villarreal B, con Paco López a la cabeza, aprovechó la única ocasión que tuvo durante el partido para ponerse por delante en el marcador y amarrar después la victoria. El Mestalla, por su parte, no supo abrir el cerrojo defensivo que formó el conjunto amarillo ni aún siendo, en un tramo del partido, dos jugadores más sobre el verde del Antonio Puchades. Además, la suerte tampoco acompañó, pues Aitor, meta del filial groguet, tuvo una actuación destacable atajando cualquier intento de los pupilos dirigidos por Curro Torres. A pesar de no encontrar la tecla para desmontar la muralla defensiva, el conjunto local no bajó los brazos y lo intentó, sin suerte, en todo momento.

El Valencia Mestalla saltó al verde con la intención de imponer su juego y dominar el encuentro desde un principio, como en cada partido; pero enfrente se encontraba el Villarreal B, cuya filosofía es prácticamente un calco a la del filial valencianista, por lo tanto fui una primera mitad competida y exigente a nivel físico, quizá demasiado para lo que acostumbran a mostrar ambos conjuntos jornada tras jornada. Muchos parones del juego debidos a las continuas faltas y poco fútbol, la intensidad propia de un derbi. La igualdad era la tónica dominante, por lo que las ocasiones escaseaban, hasta tal punto que la primera acción de peligro no llegaría hasta la media hora de juego en una combinación entre Carlos Soler y Sito que acabaría en las botas de Iban Salvador, cuyo disparo al primer palo desvió Aitor a saque de esquina. Poco después -minuto 36- llegaría el único tanto del encuentro. Un centro medido de Carlos Julio, tras internarse por el carril izquierdo, acabaría yendo al segundo palo, donde apareció Fran Sol con fuerza adelantándose a la zaga valencianista para cabecear a las mallas de Sivera. El marcador ya no se movería y se llegaría al descanso con 0-1 en el marcador.

Tras la vuelta de vestuarios se agitó el encuentro, primero porque Curro Torres introdujo cambios para darle mordiente a su equipo en busca del empate, dándole entrada a Fernando Cano en el lugar de Tropi, y después porque el Villarreal B, nada más comenzar la segunda mitad, se quedaba con diez jugadores por la expulsión de Antón por doble amarilla. El técnico local, con la superioridad numérica de su equipo, se volcó en ataque para conseguir, como mínimo, un empate. Muestra de ello es el cambio de corte ofensivo que realizó a los diez minutos de juego: metió al extremo Nacho Gil en sustitución del lateral Nacho Vidal, jugando desde ese momento con defensa de tres. A pesar de ello, no se tradujo en oportunidades, pues las ocasiones del filial valencianista llegaban a través de disparos lejanos que llegaban a las manos de Aitor de forma mansa y sin dificultades para el portero. Pero el partido volvería a cambiar, en favor del equipo local, pues los amarillos se quedaron con nueve jugadores sobre el césped por la expulsión con roja directa de Edgar Ie, que propinó un pisotón a su rival. Restaban veinte minutos de juego y, a partir de ese momento, el partido se convirtió en un constante 'acoso y derribo' por parte de un Mestalla sin efectividad cara a portería. Carlos Soler lo probó desde la frontal del área, pero su fuerte disparo se marchó muy cerca del palo izquierdo de la meta visitante. El juego ofensivo del encuentro estaba volcado sobre la portería del filial del Villarreal, con la mayoría de jugadores sobre el área visitante y los chicos del filial ché, como si de un partido de balonmano se tratara, dándose pases al rededor de la misma en busca de huecos. Fue aquí cuando surgió la figura de Aitor, que fue salvador para su equipo. El meta visitante hizo dos paradas de mucho mérito al 'Chicho' Arango: la primera una manopla a un balón ajustado a la escuadra y la segunda, en la jugada inmediatamente posterior, lanzándose de rodillas a una pelota tocada por el colombiano. A pesar del esfuerzo y los continuos intentos valencianistas, los chicos de Curro Torres toparon una y otra vez con la muralla defensiva de los pupilos de Paco López. 0-1 y el marcador no se movería. 

El Villarreal B saca los tres puntos y continúa líder una jornada más. El Valencia Mestalla, por su parte, seguirá en tierra de nadie.