Lo está intentando y la afición lo sabe, Rodrigo no es precisamente uno de los jugadores predilectos de la afición valencianista, su rendimiento por debajo de lo esperado es la principal razón, y sin embargo pocas veces o ninguna ha sido señalado en Mestalla. La causa de esto la tiene su actitud, a Rodrigo Moreno hasta el momento no se le puede tachar de falta de actitud: corre, trabaja y trata de buscar el gol, gol que por fin llegó en liga el pasado sábado, ya que hasta el momento todavía no había logrado anotar en esta competición.

Un gol en veinte partidos es un rendimiento muy pobre para un jugador por el que se pagaron prácticamente treinta millones de euros, además pese a sumarle sus goles en UEFA Europa League –dos goles ha anotado el hispanobrasileño- y en Copa del Rey –otros dos goles-, su balance sigue siendo muy pobre, con cinco goles en 26 encuentros disputados.

El gol fue más fallo de Javi Varas que acierto del punta valencianista, si bien y apelando a la típica frase “había que estar ahí para empujar la pelota” y Rodrigo así lo hizo. De cualquier manera la recuperación del olfato goleador de Rodrigo es una buena noticia para el Valencia puesto que la dudosa situación de Feghouli en el equipo, y sus pequeños –y no tan pequeños- rifi rafes con Mestalla, garantizan al internacional español –ya sea desde el inicio o partiendo como revulsivo- su presencia en el equipo en los próximos encuentros, que para el equipo de la capital del Turia serán siete finales.

El delantero lo tienen claro, hasta ahora las cosas no le han salido como él deseaba y sin embargo la afición siempre ha estado con él, a falta de jugadores que se echen el equipo a la espalda (debido a la juventud de algunos, y a la falta de calidad de otros) él puede ser el que realice esta tarea, su calidad desde luego le avala para poder lograrlo. Su gol contra Las Palmas puede servirle para tomar impulso tanto a él como al equipo pues la relación simbiótica entre un jugador y su equipo hace que cuando un mejore el otro lo haga también. Está en sus manos o ,más bien, está en sus botas.

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