Gareth Bale, ese jugador que en teoría no se había adaptado al futbol español, tachado en más de una ocasión de egoísta por parte de todo el mundo del fútbol  incluido sus propios compañeros,  o que tocó fondo el año pasado en Mestalla cuando, tras un error global garrafal del Valencia, decidió jugarse y fallar un mano a mano contra Diego Alves en vez de cedersela a Cristiano en un partido que después acabarían perdiendo, recibe como principal amenaza del equipo madridista al Valencia el próximo domingo.

Que el galés es un muy buen jugador es una realidad, pues va bien con ambas piernas, calidad no le falta y tiene un físico portentoso. Sin embargo este año se ha descubierto una nueva faceta de “el príncipe de Gales”  su remate de cabeza.

Bale está realizando una temporada espectacular –siempre y cuando las lesiones le han respetado- de hecho lleva 19 goles en 20 partidos de liga. Pero lo curioso es que nueve goles han llegado mediante el remate de cabeza, es decir el 47%. La cabeza de Bale se ha vuelto un arma muy poderosa, a la que si le sumamos el disparo lejano, el regate o la explosividad hacen del madridista un jugador único en el mundo y que el Valencia deberá tener muy en cuenta el próximo domingo.

Pero el principal problema, por muy privilegiada que sea la delantera madridista, es la defensa del equipo visitante, la defensa del Valencia C.F. Una defensa que en los últimos 22 partidos solo ha dejado su portería a cero en uno –el 4-0 frente al Eibar en Mestalla-. El Real Madrid tiene todas las papeletas para hacer que esta mala racha se prolongue pese a que lo más probable es que no cuente ni con Cristiano Ronaldo ni con Karim Benzema.