El centro del campo es la sala de máquinas dentro del esquema táctico, la parte que sirve de engranaje entre la línea defensiva y la ofensiva. El correcto funcionamiento de este es una condición sine qua non para que el conjunto del equipo pueda realizar sus tareas de una forma adecuada y facilitar así la consecución de resultados óptimos. En una temporada para el olvido, se puede observar en el rendimiento de los centrocampistas uno de los principales problemas que se ha encontrado el Valencia CF.
Bajo estado de forma
En una temporada convulsa, tanto a nivel institucional como deportivo, el centro del campo valencianista ha sembrado muchas dudas en cuanto a su rendimiento. Después de un año para enmarcar, en el que se consiguió el objetivo de clasificarse para la UEFA Champions League, Mestalla ha podido observar la versión más aciaga de jugadores que tiempo atrás consiguieron encandilar al estadio con su fútbol.
Dani Parejo, uno de los estandartes de la entidad che, es un claro ejemplo. El madrileño ha pasado de ser héroe a villano; de capitán a discutido; de ovacionado a silbado. Sin dudar de su capacidad ofensiva, que muchas veces ha salvado al Valencia CF, el '10' blanquinegro ha sufrido en el aspecto defensivo. Las lesiones de Javi Fuego y el insuficiente rendimiento de Danilo Barbosa, provocaron que Parejo tuviera que actuar en numerosas ocasiones por delante de la defensa, posición en la que salen a la luz los defectos del de Coslada.
No obstante, Parejo ha mantenido unos buenos números en el apartado ofensivo: once goles y seis asistencias. Además, ha sido el jugador que más minutos (4.096) ha defendido la elástica valencianista durante la temporada.
El caso de André Gomes es similar. El portugués fue una de las sensaciones del Valencia CF el año pasado. Desde su llegada a la capital del Turia procedente del SL Benfica se hizo con un puesto en el once gracias, sobre todo, a su visión de juego y su buen hacer ofensivo. Esta temporada, en cambio, ha pasado más desapercibido. Pese a haber mejorado sus números, cuatro goles y siete asistencias, el volante luso no ha tenido tanta influencia en el juego che como acostumbraba. Una campaña llena de altibajos para el '21' blanquinegro.
La posición de pivote ha tenido dos inquilinos esta temporada, con un rendimiento muy dispar. Danilo Barbosa parecía haberle ganado el puesto a Javi Fuego al inicio de la campaña. Nuno le dio la confianza que toda joven promesa necesita, pero sus actuaciones no fueron las esperadas. Correcto en el apartado defensivo, sufría en exceso cuando el balón pasaba por sus pies.
Con el paso de los meses y, sobre todo, con la llegada de Pako Ayestarán fue Javi Fuego quien ocupó la parcela que se situa por encima de la defensa. Su veteranía y liderezgo, además de sus capacidades, le han convertido en una pieza fundamental en el vestuario y en el esquema de Valencia CF.
El multiusos del Valencia CF, Enzo Pérez, también ha tenido una temporada irregular como valencianista. Las lesiones han truncado la adaptación de un jugador que llegaba a Mestalla que lo vitola de estrella. Esta campaña se ha perdido un total de 23 partidos por problemas físicos.