La pretemporada es sinónimo de pruebas. Partidos ante rivales, habitualmente de menor entidad, ante los que coger ritmo de cara a empezar con buen pie la nueva campaña. No obstante, cuando el inicio del nuevo año futbolístico está a la vuelta de la esquina y los errores no están subsanados, es cuando se convierten en un problema. Y este es el caso de la zaga valencianista.

Tras el fiasco de la anterior temporada, la defensa se convirtió en una de las tareas primordiales para este verano. Un quebradero de cabeza que, con numerosos cambios, tendría un aspecto renovado con el paso de los días. A pesar de ello, ni en lo deportivo ni en los despachos se han hecho los cambios deseados, por lo que los deberes todavía están por hacer.

En lo futbolístico

Pese a que en estas fechas el objetivo principal es coger ritmo y buenas sensaciones, los datos y demás estadísticas no pueden obviarse. En el fútbol mandan los resultados. Y el conjunto blanquinegro, tras cinco encuentros preparatorios, todos ante rivales de menor entidad, ha encajado un total de nueve goles. Una media de casi dos goles por encuentro que evidencia los problemas defensivos que sufre el equipo.

Foto: Carla Cortés | VAVEL
Foto: Carla Cortés | VAVEL

La principal preocupación radica en los integrantes del centro de la zaga. Con Mustafi todavía recuperándose de su lesión, los amistosos los han protagonizado Abdennour, Santos y Orban, tres jugadores a los que se quiere dar salida pero que, sin embargo, han tenido que jugarlo prácticamente todo debido a la falta de inquilinos en la defensa.

El tunecino y el brasileño no han dado el rendimiento que se esperaba de ellos, y por ello deben salir. Aun así, las ofertas por estos dos jugadores todavía no han llegado. Por su parte, Orban ya salió cedido el pasado invierno y tampoco tuvo hueco en el Levante, donde fue relegado a la grada en numerosas ocasiones.

En los despachos

Si las salidas de estos tres jugadores ya se presentan complicadas, todavía lo son más las llegadas de los dos nombres que maneja el club che a día de hoy. Albiol y Sidnei, más que una realidad, son un deseo, sobre todo el central valenciano. El Nápoles se mantiene firme y no quiere dejar escapar a un jugador que, pese a su madurez, es un fijo en los planes del conjunto napolitano.

Foto: Carla Cortés | VAVEL
Foto: Carla Cortés | VAVEL

Sidnei, por su parte, está tasado en 15 millones de euros, una cifra a la que el Valencia CF no está dispuesto a llegar. Además, el acuerdo para hacerse con los servicios del futbolista es un acuerdo a tres bandas, que implica a Benfica, Deportivo y Jorge Mendes.

A falta de dos semanas para el inicio de La Liga y de tres para el cierre del mercado, el trabajo en la zaga valencianista es prácticamente el mismo que desde hace un año, cuando salió Otamendi. Entonces se buscaba un líder para el centro de la defensa que acompañara a Mustafi. Hoy, este objetivo todavía no se ha cumplido, y el tiempo, cada vez más, juega en contra.