No pudo ser. El Villarreal sucumbió ante la calidad blanca, pero puso en más de un aprieto al Real Madrid. Jesé, Bale y Benzema, en dos ocasiones, brillaron en el primer partido de sanción de Cristiano y se compenetraron a la perfección para echar por tierra las esperanzas amarillas.

Pese a ir siempre por detrás en el marcador, los goles de Mario y Gio permitieron por momentos al Villarreal soñar con un posible empate y no se amedrentó en plantar cara y poner en serias dificultades a los de Ancelotti. 

Demasiadas facilidades defensivas

El Real Madrid no tardó en adueñarse del balón y arrinconar al Villarreal en su área. Modric llevó la batuta y dirigió con criterio el juego asociativo de los blancos, mientras permanecía replegado atrás. Nada más empezar, ‘Chechu’ Dorado pecó de ingenuo y un intento de regate ante Bale permitió al galés birlarle el balón y quedarse solo ante Asenjo. El ex del Tottenham no se puso nervioso y picó suavemente el balón ante la salida del palentino para inaugurar el marcador. Bale iba cogiendo cada vez más protagonismo en el partido y una galopada suya por la banda derecha significó el segundo gol para el Real Madrid. Gareth desbordó con facilidad a Jaume Costa y Benzema, desde el área pequeña, remató a la red su centro, ante la pasividad de la defensa amarilla.

El conjunto blanco se las prometía muy felices con un 2-0 tan pronto a su favor. Todo parecía presagiar que disfrutaría de otra victoria plácida y cómoda en su estadio. Sin embargo, levantó el pie del acelerador y se dejó contagiar por un ritmo pausado y lento. El Villarreal seguía espeso, inoperante en ataque y deseando que terminara la primera mitad para no encajar más goles. Entre esa tónica de conformismo apareció Mario para firmar un auténtico golazo y poner a su equipo de lleno en el partido. El lateral alicantino se sacó un latigazo desde el vértice del área que acabó entrando por la escuadra de la portería de Diego López. El ‘submarino’ llegaba al descanso muy vivo aún pese a la superioridad local.

La solvencia y la pegada del Real Madrid, determinantes

Con la consecución de ese gol inesperado, el conjunto ‘groguet’ salió tras la reanudación mucho más metido en el partido. Ofreció durante el primer tramo destellos de su juego vistoso y combinativo y, pese a no disfrutar de claras oportunidades, el empate parecía posible. Pero si existe algo que caracteriza a este imponente Real Madrid es su demostrada solvencia y pegada para llevarse los partidos. El partido de hoy no fue una excepción y la figura de Jesé emergería para tranquilidad de los locales. El canario dio una evidencia más de su gran estado de forma y culminó con el exterior una brillante jugada colectiva entre Benzema y Di María.

Este jarro de agua fría no frenó las aspiraciones amarillas, sobre todo, cuando sólo cinco minutos después Gio se sacó de la chistera un magistral lanzamiento de falta al que nada pudo hacer Diego López. El Villarreal no tiraba la toalla y seguía dando guerra. No obstante, las esperanzas fueron efímeras ya que la calidad del ataque madridista saldría a relucir una vez más. Benzema controló a placer en la media luna del área y armó un disparo raso perfectamente colocado, que hizo inútil la estirada de Asenjo.

Así pues, pese a no desplegar su mejor fútbol y desconectarse del partido en ciertos momentos, la habilidad del Real Madrid para aprovecharse de los errores del rival y la gran calidad individual de sus atacantes fueron más que suficientes para llevarse el partido. El Villarreal, en cambio, se mostró demasiado endeble atrás y pagó excesivamente caro sus errores. A pesar de todo, no perdió la cara al partido en ningún momento e hizo sudar tinta china a todo un Real Madrid.