Cuando apenas quedaban cuatro minutos para cumplirse el tiempo reglamentario de juego, se produjo el lamentable suceso que enturbió una bonita noche de fútbol en el Madrigal. Un bote de humo era lanzado desde el fondo sur. El área que defendía el conjunto visitante, con Yoel bajo palos, se llenó de humo con rapidez, siendo el portero uno de los más afectados y teniendo que retirarse apresuradamente hacia los banquillos con los ojos rojos y llorosos. “Estas personas sobran en un campo de fútbol”, afirmó el guardameta gallego.

El árbitro decidió parar el partido y mandar a los jugadores dentro de los vestuarios. El humo se expandió por todo el campo provocando picores en los ojos y la garganta, así como sensación de ahogo. Después de 25 minutos de parón se pudo reanudar el juego tras la confirmación por parte de las fuerzas de seguridad de que no había ningún tipo de peligro y que el gas lacrimógeno se había disuelto.

El culpable de lo sucedido no pudo ser detenido

"Espero que caiga sobre él todo el peso de la ley"

El ‘aficionado’ que lanzó el artilugio desde un vomitero, salió corriendo y no pudo ser interceptado por la seguridad del estadio. Los aficionados que presenciaron el acto desde cerca, certifican que el susodicho llevaba el rostro tapado con un pasamontañas, lo que dificulta todavía más su búsqueda. Desde el club están realizando todo lo que está en sus manos para conseguir que sea identificado, como ya comentó Fernando Roig en las declaraciones posteriores al partido: “Ha sido una animalada. Se están haciendo todas las averiguaciones. La persona que ha lanzado el objeto ha salido corriendo. La Policía está tratando de averiguar de quién se trata. Espero que caiga sobre él todo el peso de la ley”.

Además, el ‘Submarino’ no ha tardado en remitir un comunicado oficial a través de su página web: El Villarreal CF quiere manifestar su más profundo rechazo al acto vandálico ocurrido hoy en el minuto 86 del partido ante el Celta en El Madrigal, en el que un individuo arrojó un bote de gas lacrimógeno sobre el terreno de juego, provocando así la suspensión temporal del encuentro y el desalojo del público del estadio. Afortunadamente, no hubo que lamentar ningún daño personal, ya que la evacuación de la grada se produjo de manera rápida, ordenada y sin incidente alguno. El club condena dicho acontecimiento y pondrá todos los medios que estén a su alcance para intentar localizar al autor del acto.

Los jugadores y técnicos hablaron del altercado en rueda de prensa

"Hay actitudes de los seres humanos que no se entienden y esta ha sido una de ellas"

Como no podía ser de otra manera, la pregunta obligada en las declaraciones posteriores del partido, iba relacionada con el lanzamiento del objeto al césped del Madrigal. El técnico del Villarreal, Marcelino García Toral, quiso quitarle importancia a lo sucedido aunque también se expresó de manera muy rotunda con el individuo. “El partido fue mucho más importante que el loco que ha querido llamar la atención. La experiencia ha sido una mierda, hablando en plata. Hay actitudes de los seres humanos que no se entienden y esta ha sido una de ellas”. Por parte del entrenador visitante, Luis Enrique comentó la sensación de incredulidad y desconcierto del momento, declarando que “al principio pensamos que era una bengala, pero después vimos que era más peligroso. Ha sido muy feo, pero esto no empaña a ninguna afición”.

El capitán del conjunto groguet también quiso referirse a quien lanzó el bote, pero de manera más escueta y clara: “Que le encuentren y lo castiguen” pedía Bruno Soriano al acabar el encuentro.

Puede haber cierre de El Madrigal

La sanción puede variar entre leve, grave o muy grave, dependiendo de cómo lo valore el Comité de Competición. Si consideran que el suceso fue leve, se multará al club con una cantidad económica de hasta 600 euros; en caso de ser grave, la cantidad económica puede llegar a los 3.000 euros y habría advertencia o incluso cierre del campo de uno a tres partidos o de dos meses de competición oficial; si se considera este episodio como muy grave, la cantidad puede sumar hasta 30.000 euros y apercibimiento o cierre del campo de cuatro partidos o una temporada completa.

Desde dentro del club, no consideran que se deba cerrar el campo, así lo comentaba el presidente cuando le preguntaron por el posible cierre: “No lo valoro. El Villarreal ha demostrado que es un club tranquilo. Repito que esa persona lo ha hecho a conciencia, sabiendo lo que hacía para perjudicar al club”.

(Foto: LOF).

El acta del partido

El suceso, inédito en los campos de fútbol españoles, no paso desapercibido para nadie, y menos para Fernández Borbalán, que así plasmaba en incidente en el acta: En el minuto 87 de partido, estando el balón en juego, se lanzó desde la grada ubicada detrás de la portería defendida por el equipo visitante (tribuna sur), un bote de gas lacrimógeno no impactando en ninguno de los participantes, produciendo una importante nube de humo que obligó a detener el partido. Instantes después todos los jugadores, al igual que el equipo arbitral, comenzamos a sentir un fuerte picor en los ojos a la vez que teníamos problemas respiratorios, creciendo de manera significativa estas sensaciones a medida que transcurrían los segundos. Considerando que con esta situación era imposible la continuación del partido, decidí dar orden a ambos equipos de ir a vestuarios e interrumpir por el momento el encuentro. Una vez en vestuarios, somos informados a través del Coordinador de Seguridad, D. Juan Francisco Guillén Alves, de que por razones de seguridad, han decidido evacuar a todos los espectadores presentes en la grada. Manteniendo contacto de manera continua con el citado coordinador, pasados 15 minutos, se nos informa que la situación en el terreno de juego era normal para continuar el partido, a la vez que nos garantizaba la seguridad tanto de los participantes como de los espectadores. Por tanto, procedemos a dar 10 minutos para que los espectadores pudieran regresar a la grada y los jugadores pudieran calentar para reiniciar el juego. Finalmente, el partido se reanudó 25 minutos después de que fuese detenido, llegando al final del mismo sin incidencia alguna"

Otros casos similares en la historia del fútbol

Por desgracia, no es la primera vez que ocurre un suceso así en este deporte. En el año 1992 un niño de tan solo 13 años iba por primera vez a un estadio, cuando se produjo el lanzamiento de una bengala que originó una desgracia en el antiguo estadio de Sarriá, el artefacto impacto en su pecho cobrándose su joven vida, era un Espanyol-Cádiz.

Otro de los casos más alarmantes ocurrió el año 1964 en Inglaterra, se trataba de un derbi entre Millwall y Brentford, el portero visitante se percato de que había caído en el terreno de juego una granada de mano y la lanzó fuera del campo para que pudiera ser desactivada, en este caso no explotó el artilugio. Sí lo hizo en la liga iraní, cuando un jugador la mandó fuera del césped el objeto estalló nada más tocar el suelo.

Por último, aunque menos grave, fue el lanzamiento de un mechero que impactó en la cabeza de Cristiano Ronaldo al finalizar la semifinal de Copa del Rey entre Atlético de Madrid y Real Madrid.