Las bajas de Giovani y Uche han menguado la capacidad goleadora del Villarreal en los últimos partidos. De hecho, el Submarino acumula ocho encuentros seguidos sin marcar más de un gol. Y cuando más lo necesitaba el equipo, ha aparecido la figura de Jérémy Perbet. El delantero francés ha anotado dos de los últimos tres tantos del conjunto castellonense, dos goles que, además, han supuesto seis puntos. Su gol contra el Getafe rompió la peor racha del equipo en Liga (cuatro partidos sin vencer) y su tanto ante el Levante terminó con una sequía de más de dos meses sin ganar en casa.

Perbet llegó al Villarreal CF en el mercado de invierno de la pasada temporada y con once goles en dieciocho partidos fue una pieza clave para que el equipo lograra el ascenso a Primera. En la presente campaña, el francés no ha tenido continuidad en el once, pues el fichaje de Giovani y el buen hacer de Uche le relegaron al banquillo. En 2013, solo disputó diez partidos (de los cuales únicamente tres fueron como titular), y anotó tres goles. Sin embargo, el atacante no se rindió y trató de aprovechar cada una de las oportunidades que Marcelino le brindó.

Sus buenas actuaciones en la Copa del Rey y las ausencias de Gio y Uche por lesión le abrieron las puertas de la titularidad. Y el nuevo año le ha sentado muy bien al francés: solo se ha perdido dos de los dieciséis choques que ha disputado el Villarreal, siendo titular en ocho de esos catorce partidos. Además, Perbet ha marcado siete de los diez goles que lleva en Liga en este periodo. El galo se ha convertido en el segundo máximo realizador del conjunto castellonense, igualando a Giovani, y solo por detrás de Uche, pichichi con doce.

Pero la importancia del francés en el equipo va mucho más allá. Perbet ha sido decisivo en los últimos cuatro triunfos del Submarino; ha marcado al menos un gol en esos cuatro partidos: dos contra Osasuna, y uno ante Espanyol, Getafe y Levante. De hecho, sus últimos cinco goles (en cuatro choques) han supuesto doce puntos para el Villarreal. El delantero es casi un talismán para el equipo, pues de los ocho partidos en los que ha perforado la meta rival, siete han acabado con triunfo para el conjunto castellonense. El único gol “inútil” del galo fue ante el Sevilla en El Madrigal, que acabó con 1-2 para los hispalenses.