Toca pasar página y olvidar lo acontecido este domingo sobre el césped de El Madrigal. El partido del Barcelona ya es historia, y ahora el 'Submarino' debe tener en mente solo el próximo encuentro. Ese es el mensaje que transmitió Manu Trigueros en comparecencia de prensa. "El vestuario tiene mal sabor de boca porque hicimos un buen trabajo. Marcarle dos goles al Barça es siempre muy difícil y, si ellos no hubiesen tenido esa pizca de fortuna, se hubiesen ido de vacío. Pero ahora quedan tres partidos y hay que acabar lo mejor posible", comentó.

El jugador toledano quiso dejar a un lado las lamentaciones por haber desprovechado esa gran renta de 2-0 y destacó que lo único que importa a partir de ahora es el encuentro ante el Sevilla. "Ahora ya solo podemos pensar en el Sevilla, que será un rival tan duro y tan peligroso como el Barcelona o como cualquiera que se esté jugando algo en este final de temporada", apuntó.

Sobre el bajón de rendimiento que el Villarreal está cosechando en esta segunda vuelta, Trigueros aseguró que el equipo afronta cada partido con la misma intensidad y con la misma ilusión. "Desde dentro hemos trabajado y hemos entrenado como el primer día, pero los resultados no nos han acompañado. Esta situación nos tiene que servir para aprender de cara a un futuro", sostuvo el jugador manchego.

Al ser preguntado por su rápida consolidación en el primer equipo y su reconversión a jugar en una posición más atrasada, Trigueros agradeció el apoyo y la confianza que le había brindado el entrenador durante estos dos años. "Marcelino me ha ayudado mucho y me está dando el toque de experiencia que se necesita para ser mediocentro. Intento hacer el fútbol que él quiere y hacer jugar al equipo", dijo.