Aunque la plantilla está de vacaciones de forma oficial desde el pasado 3 de junio, no todos siguen la tónica propia de periodos estivales recuperando las fuerzas perdidas durante el campeonato. Algunos jugadores aprovechan estos periodos para acortar plazos y llegar a la pretemporada en óptimas condiciones. Pablo Íñiguez, habló sobre su caso y el de sus compañeros lesionados tras el entrenamiento matutino de hoy. “No se hace cuesta arriba porque lo primero es estar bien, recuperarse cuanto antes. En mi caso, me paso las mañanas haciendo ejercicios en el gimnasio y en el campo hago circuitos de potencia. Al ver cómo vas mejorando te motivas e incluso quieres trabajar más”, explicó Íñiguez tras el entrenamiento.

Afrontando la fase final de su recuperación, Íñiguez aseguraba que “las vacaciones pueden esperar unos días más. Está claro que todo necesitamos descanso, pero antes hay que recuperarse lo mejor posible para volver a tope en pretemporada”, señaló el valenciano.

Además del central amarillo, Hernán Pérez, con una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, y Chechu Dorado, fractura del quinto metatarsiano del pie derecho, trabajan a marchas forzadas para estar a punto cuanto antes. Sin embargo, este último, al igual que Íñiguez, también afronta la fase final de su lesión.

El cordobés considera que la paciencia es la clave a la hora de afrontar una recuperación: “Con el calor se hace un poco más difícil, pero ver cómo vas mejorando también te da mucha moral. No está confirmado al cien por cien porque es una lesión costosa y complicada, pero la idea es poder comenzar la pretemporada con el equipo. Hay muchas ganas porque me lesioné a finales de marzo y tengo muchas ganas de volver a pisar un campo, pero en estas cosas no se puede tener prisa”.