Algunos dicen que lo importante es participar. Otros, que al campo se va a ganar pase lo que pase. Lo que nadie duda es que hay veces que ganar o perder es lo de menos. Noches en las que el fútbol se aleja de su tradicional afán competitivo para centrarse en un cometido mucho más importante. Como el de anoche, en El Madrigal.

Dos aficiones hermanadas. Una noche de fiesta por una buena causa. El césped de El Madrigal albergó anoche a dos equipos dispuestos a agradar a una hinchada, que por primera vez no pagaba la entrada para ver jugar a sus ídolos. Esta vez, pagaron el simbólico precio de 5 euros para ayudar a los niños con cáncer. Solidaridad.

Ganar era lo de menos

La peña Celtic Submarí, aficionada al equipo local y propulsora del hermanamiento entre ambas aficiones, destinará la totalidad de la recaudación a un proyecto de investigación que, junto con la Fundación Aspanion, ha impulsado con el objetivo de financiar un proyecto para mejorar la calidad de vida de los niños que logran superar el cáncer. Dicha investigación, se está realizando en el hospital La Fe de Valencia y pertenece al Proyecto Unidos por la Esperanza.

Sobre el césped, fútbol. Del bonito, además. Empezaba fuerte el Celtic de Glasgow, que pese a las iniciales ocasiones amarillas, se puso por delante en el marcador merced a un gol de Kayal. Minutos más tarde los escoceses aumentaron su ventaja con un auténtico golazo de Berget. Zapatazo desde su casa que se cuela por la escuadra.

Pero al Villarreal no le gusta perder ni a las canicas. Los segundos 45 minutos fueron un auténtico vendaval de los hombres de amarillo. Pero tuvieron -futbolísticamente hablando- un protagonista especial. Gerard Moreno se erigió como héroe al anotar cuatro goles y remontar la ventaja escocesa. Partidazo

Pero eso fue lo de menos. Lo más importante es el cometido. La lucha por una buena causa. La hermandad de dos aficiones ejemplares. Y cómo no, la fenomenal respuesta de la gente que copó las gradas de El Madrigal empeñándose en que los valientes que logran superar el cáncer, sonrían un poco más fuerte.